El hoyo medía 30 metros pero las autoridades apresuraron su reparación y en pocos días ya era transitable.
En 2016 una sección de la carretera en el centro de la ciudad japonesa de Fukuoka se abrió amenazando la estabilidad de edificios cercanos.
En una demostración típica de la mano de obra japonesa y la eficiencia, los constructores trabajaron duró alrededor de los relojes y prácticamente habían llenado la sección de la carretera en sólo dos días, según los medios locales.
La carretera volvió a abrir al tráfico y a los peatones una semana después sólo para maximizar la seguridad y después declararon que el tramo reparado era seguro.
La reparación incluyó tuberías de aguas residuales y el reemplazo de semáforos y postes de servicios públicos.
El incidente causó cortes en el suministro eléctrico y la interrupción de las señales telefónicas así como suministros de gas y agua, pero afortunadamente no hubo informes de lesiones.
El alcalde de Fukuoka, Soichiro Takashima, dijo que el terreno afectado era ahora 30 veces más fuerte que antes, agregando que se establecería un panel de expertos para establecer la causa del derrumbe.
Los medios locales informaron después que el sumidero de 30 por 27 metros y 15 metros de profundidad, fue causado por trabajos de construcción en una extensión a una línea subterránea.
Los trabajadores de Fukuoka, que llenaron el agujero con 6,200 metros cúbicos de arena y cemento, recibieron elogios en redes sociales y por supuesto fueron un ejemplo para otras ciudades.
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