Esta es una gran iniciativa ambiental proveniente de la capital de Bélgica.
Cada nacimiento de un bebé se celebrará plantando un árbol en la capital belga. Este proyecto forma parte del Plan de Clima que fue adoptado por el municipio de Bruselas en mayo de 2018. De hecho, a partir del año 2020, por cada nacimiento declarado en los registros municipales, los padres recibirán una tarjeta informándoles que se plantará un árbol a su nombre en un país del sur global.
El Plan de Clima en cuestión apunta a “planificar esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptar el territorio al cambio climático”, dice el sitio del municipio.
Este proyecto ya existe en Lausana, Suiza, desde hace 17 años, los árboles se plantan exclusivamente en el territorio de la ciudad helvética. Por otro lado, el compromiso de Bruselas es diferente porque se trata de “dejar en claro que el problema del clima va más allá de las fronteras”, dice Benoît Hellings, concejal del Clima de Bruselas, al micrófono de la RTBF.
Llamado “Baby Boom”, este programa contiene varios objetivos. En primer lugar, pretende “participar en la dimensión internacional requerida por el Pacto de los Alcaldes, ayudando a reforestar los países del Sur”, es decir, hacer del desarrollo sostenible un compromiso sin fronteras. En un segundo paso, el objetivo es reducir la huella de carbono de la capital europea.
Cada año, Bruselas tiene alrededor de 3.000 nacimientos. Al plantar un árbol por cada uno de ellos, la reducción de CO2 podría ser de hasta 13 toneladas por año.