No hay nada más hermoso que el comienzo de una amistad y este singular encuentro es una prueba tangible de ello.
A veces las mejores amistades se forman cuando menos las esperas. Nadie sabe de esto mejor que Sally Reenhorn, de más de 95 años de edad.
Hace dos años, la viuda notó a un visitante ‘’sorpresa’’ tendido afuera de las puertas corredizas de vidrio de su casa en Mount Vernon, Washington. Era un cachorro de San Bernardo llamado Brody, quien había vagado desde la puerta de al lado.
Sally, que vivía sola, no pudo evitar querer darle un bocadillo al adorable cachorro. Pero sin ninguna golosina para perros, decidió probar con una alternativa deliciosa.
‘’Pensé, bueno, tal vez él quiere un poco de pan viejo. ¡Y a él le encantó! Y hasta este día, el perrito sólo viene por un poco de mi pan’’, dijo Sally.
El adorable san bernardo en realidad le pertenece a los vecinos Dave y Edie Mazzarella, pero eso no significa que no estén contentos de dejar que los dos ‘’se reúnan’’. Después de su primer encuentro, Sally y Brody se convirtieron en amigos cercanos.
La pareja hace todo tipo de actividades juntos, desde ver el fútbol hasta pasar el tiempo en el patio o caminar a la iglesia. Brody esta realmente enamorado de Sally, que ha sido una amante de los animales desde que era niña.
Sin embargo, un día Sally no se encontraba en la puerta cuando Brody fue de visita. Resulta que la abuelita había tenido un pequeño ataque al corazón. Afortunadamente, ella estaba bien, pero tomó la decisión con su familia de que seria mejor mudarse a un centro de ancianos.
Brody estaba confundido en cuanto a por qué su amiga ya no estaba cerca. Todavía va a visitar la casa esperando encontrarla, sin embargo el resultado es el mismo, una casa vacía.
‘’Él no sabía nada diferente. Simplemente iba allí todos los días, pero no había más pan, así que simplemente se quedaba allí, se sentaba y se quedaba dormido en el porche’’.
Después de meses de ver el comportamiento de Brody, Dave tuvo una idea genial. La pareja decidió llevar al perrito a visitar a su amiga Sally al asilo de ancianos que estaba no muy lejos. La reunión fue hermosa y ahora Brody es un visitante regular de las instalaciones.