La perrita fue rechazada de nuevo, pero sobrevivió al camino y al final regresó con la persona que cuidaba de ella al principio.
Todos hemos escuchado historias de perros y gatos que caminan miles de kilómetros para volver con sus dueños, y aunque generalmente este tipo de historias tienen un final feliz y una reunión conmovedora; para esta perrita rusa la caminata peligrosa no terminó exactamente así de bien.
Su trayecto es un testimonio increíble de resistencia y sentido de dirección, así como un amor incondicional por sus dueños.
Maru nació y se mantuvo en perreras a lo largo del ferrocarril transiberiano, luego fue adoptada a los cinco meses. Sin embargo sus dueños cambiaron de opinión sobre ella un bullmastiff, bajo la excusa de que la perra aumentaba sus alergias. Los dueños contactaron a Alla Morozova quien dirigía la perrera para darle la noticia de que la regresarían.
‘’Nunca renuncio a mis cachorros y cuando se adopta un perro, se estipula que los propietarios deberán informarme si ya no quieren al perro’’, dijo Morozova.
Se hicieron los arreglos para enviar a la perrita en un tren de regreso. El viaje la llevaría 200 kilómetros a través de la taifa siberiana. Sin embargo y para sorpresa de todos, Maru abrió la puerta del compartimento, luego saltó del tren y emprendió un peligroso viaje de regreso en busca de sus dueños.
Cuando morosa se enteró de que Maru se había ido, contacto a sus antiguos dueños para solicitar ayuda y encontrarla; pero para su indignación, ellos no estaban interesados en ayudar.
‘’Eso me enojó’, dijo. ‘’Los dueños no estaban molestos en absoluto, como, bueno, el perro está perdido y esto está bien. Esa fue su respuesta. Regresaron al perro y la carga se les cayó de los hombros’’.
Morozova estaba profundamente preocupada no solo por su seguridad física, sino también por su estado emocional. Dijo que debía haber entrado en pánico en el tren y ahora desesperada por encontrar a su familia, seguro huyó pensando que estarían felices de verla.
Afortunadamente, dos días después pudieron encontrar a Maru devuelta en la ciudad donde vivía su familia.
‘’Había caminado y corrido durante dos días y medio’’, dijo Morozova. ‘’ Afortunadamente, ni los osos se la comieron, ni los lobos la atacaron.
Los voluntarios que encontraron a Maru dijeron que tenía lágrimas en los ojos. También una herida en el hocico y que las almohadillas de sus patas sangraban. Sorprendentemente ella sobrevivió.
“Estoy segura de que estaba buscando su casa”, dijo Morozova. “Los perros están muy apegados a las personas. Ella no corrió a Novosibirsk. Ella quería volver a donde vivía. Es sorprendente que ella haya tomado el camino correcto. Geográficamente, ella no tenía puntos de referencia en absoluto. Y alejarla a través de la taiga salvaje, es un caso increíble “.
Maru ahora está de vuelta en la perrera con sus propios padres (perrunos). Ella se está recuperando lenta pero seguramente. Morozova espera que algún día pueda encontrar otra familia, una que la recompense por su amor y lealtad.
