“Es muy importante que sepan que siempre estaremos ahí”.
No todos tenemos las mismas circunstancias para quedarnos en casa. Ante la pandemia de coronavirus más de un tercio de la población se encuentra aislado y aunque muchos podemos trabajar desde casa o en nuestros trabajos nos tengan con salario, para muchos esta situación es muy distinta.
Muchas familias no tienen lo necesario para alimentarse y esto resulta más complicado para los pequeños en la casa pues necesitan contar con comida para crecer y desarrollarse.
Muchas personas cuentan con el alimento que les dan las escuelas a sus hijos para tratar de solventar sus gastos y ahora que la educación está paralizada en todo el planeta no todas las personas logran alimentarse de manera correcta sin esa ayuda.
Antes esto, un maestro, de nombre Zane Powles, no estaba dispuesto a quedarse de brazos cruzados. Lleva años siendo un profesor y siempre ha destacado por ir más allá de solo enseñar a sus estudiantes.
Sabía que muchos de sus estudiantes no iban a poder alimentarse bien en sus hogares así que ideó un plan de ayuda. Todos los días Zane va a las casas de los niños más necesitados y les deja comida en la entrada de sus hogares.
“En la escuela nos preocupamos por cada uno de los niños. No quiero fallarles nunca. Es muy importante ayudarlos y que sepan que siempre estaremos ahí“, comenta Zane.
Para el profesor, lo más importante es que sus alumnos puedan seguir alimentándose, y conoce perfectamente las medidas de aislamiento pero no le impide cumplir con su labor altruista, arriesgando diariamente a contagiarse.
Zane sabe que en caso de que contraigan el coronavirus van a necesitar estar lo más fuertes que se pueda. Muchas de las familias le agradecen desde la ventana.
Este enternecedor gesto del profesor ha hecho que la vida de los más necesitados den la pandemia sea un poco más llevadera. Comparte a este gran héroe.