Como muestra de gratitud, las personas alojadas de forma gratuita en un hotel de lujo, realizan tareas en el lugar.
Más de 45 personas se alojan de forma gratuita en el hotel Fownes, un hotel de lujo ubicado en Worcester, Inglaterra, desde que se adoptaron las restricciones por la pandemia de COVID-19 en marzo.
Los empleados del hotel se negaron a cerrar durante la cuarentena impuesta en el país para poder ofrecer sus habitaciones gratis a personas sin hogar. Esta acción de solidaridad los hizo ser aclamados como héroes anónimos.
En una conmovedora muestra de gratitud, los huéspedes comenzaron a realizar trabajos generales para el hotel, incluyendo jardinería, limpieza de las habitaciones y construcción de nuevos muros de ladrillos.
El hotel cuenta con 60 habitaciones y ha optado por permanecer abierto para proporcionar refugio a las personas que viven en las calles.
Eddie Boult es una de estas personas que ha aprovechado la oportunidad de poder dormir seguro bajo un techo. Eddie es un albañil y gracias a sus conocimientos construyó una pared y un patio en el hotel. “Hice esto porque quería agradecerle al equipo del hotel. Realmente me cuidaron”.
Peter Swinbourne, de 48 años, ha vivido en las calles durante 25 años. “Nunca antes había dormido en una cama doble. Estoy feliz, este es un hotel de cinco estrellas que alberga a personas sin hogar”, dijo emocionado Peter.
Además, el hotel ha unido fuerzas con una organización benéfica para personas sin hogar que organiza talleres sobre como manejar las adicciones de los huéspedes, buscar beneficios y asegurar alojamiento futuro.
“Nuestros nuevos invitados estaban encantados y agradecidos por el apoyo que recibieron y trataron sus habitaciones con respeto”, dijo la gerente adjunta Julie Merrick. “Estábamos abiertos simplemente porque queríamos ayudar”.
Esta no es la primera vez que el hotel ha ayudado a las personas, también ha acogido a 30 personas que se vieron obligadas a abandonar sus hogares durante las inundaciones regionales en febrero.
Asimismo, el personal del restaurante trabaja los siete días de la semana para proporcionar comidas de tres platos a sus huéspedes, entregados directamente a las habitaciones del hotel en contenedores desechables para reducir el riesgo de transmisión de virus.