La arquitectura es realmente futurista y además ecológica.
Pensar en la arquitectura futurista hoy en día ya no es sólo un dibujo, un estilo estético, un diseño general o exclusivo de una casa funcional y afectiva; ahora es necesario pensar en el medio ambiente y en el impacto que tendrá en el planeta o en la sostenibilidad. Por esta razón la casa del futuro debería de ser una casa con cero emisiones de carbono y esa es la propuesta de Geoship, una plataforma de construcción de pequeñas cápsulas como residencias, que se basa en un concepto de biocerámica para su arquitectura sostenible.
La idea de Geoship es que las cúpulas biocerámicas reemplazarán las casas de madera en el futuro cercano, utilizando materiales como basalto y macetas, tales materiales biocerámicos, para la construcción de los paneles y marcos que forman la estructura de las cúpulas. Según el proyecto, los residuos de CO2 del producto son capturados por los paneles prefabricados y pueden reciclarse para crear nuevos paneles, lo que hace que el proceso sea un ciclo de cero carbono.
Como si eso fuera poco, el costo es increíblemente bajo: se estima que una casa completa cuesta entre 45 y 230 mil dólares, incluida la construcción completa, muebles y electrodomésticos.
Según Geoship, las ventajas no se detienen allí, y la estabilidad también es una palabra clave del proyecto: el material cerámico es incombustible, no atrae moho ni insectos, y fue desarrollado para resistir terremotos y huracanes.
El modelo de construcción de las cúpulas puede ser individual o puede planear una aldea completa basada en el proyecto Geoship, que busca construir una opción más barata, más estable, funcional y principalmente sostenible para las casas del futuro, para que el futuro también ser mejor.