El señor quería promover la búsqueda del tesoro y al parecer lo hizo de la forma más creativa.
El joyero Johnny Pierri como miles de personas tuvo que cerrar su establecimiento debido a la pandemia de coronavirus. Con base en Michigan, Estados Unidos, el hombre heredó su oficio de su padre quien pasó toda su vida trabajando como joyero. Después de unos meses de pensar en lo que sería su negocio después de la pandemia, llegó a la conclusión de que su vida necesitaba más emoción y tomó una decisión drástica y bastante interesante.
El joyero incluso consideró vender todo a un precio inferior al del mercado a otra joyería y cambiar de profesión o simplemente retirarse. Pero no, solo cerro su joyería, recogió todas las joyas y gemas de su tienda, las cuales sumaban un monto de aproximadamente $1 millón y las enterró en innumerables lugares en el área metropolitana de Detroit hasta la península de Michigan.
Con el apoyo de su esposa, la idea era promover una búsqueda del tesoro y así recuperar parte del dinero. Cada una de las ubicaciones tendrá un número limitado de ‘’boletos’’ para la caza y el boleto vendido por un cierta cantidad vendrá con una serie de consejos. Al igual que con la búsqueda de tesoros, quien encuentre primero gana. Los premios incluyen joyas, anillos de boda, piedras, objetos de colección y lingotes de oro.
La primera cacería está programada para el 26 de septiembre y tiene un valor aproximado de $ 10,000 dólares. Los boletos cuestan $ 62 dólares cada uno y se pueden comprar aquí. En un período en el que la gente definitivamente no comprará joyas, esta fue una forma de mantenerse y divertirse al mismo tiempo, según el joyero.