Con la mayor parte de la población en sus casas, en este verano del 2020 el fenómeno natural fue aún más fuerte de lo normal.
Aunque este año los meses de verano se vivieron de una forma diferente para el mundo por la pandemia del Covid, las personas que viven en Carolina del Norte y Virginia en Estados Unidos experimentaron desde sus casas un fenómeno biológico muy especial: ver como miles de millones de cigarras emergen de la tierra fascinando con su gran aleteo.
Y es que las cigarras pasan entre 13 a 17 años bajo tierra hasta que cada verano aproximadamente 1.5 millones de cigarras por cada 0.4 hectáreas salen a la superficie y emprenden su vuelo.
El característico sonido de las cigarras se debe al cortejo de los machos hacia las hembras como una ávida seducción para procrear y formar una nueva generación, que eventualmente emergerá de la tierra en los próximos 17 años.
Cuando las cigarras pasan este tiempo bajo tierra, se alimentan a través de las raíces que forman parte del ecosistema subterráneo de los Estados de Carolina del Norte y Virginia.
Este comportamiento ayuda a la supervivencia de la especie ya que cada año emerge una nueva generación que deberá enfrentarse a sus depredadores más comunes como distintas especies de aves, tortugas y mapaches que son muy comunes en esta zona de Estados Unidos.
Pero como la eclosión y el proceso para salir los realizan en grupos de miles de millones, las cigarras tienen mayores probabilidades de sobrevivir y una vez alcanzado su madurez sexual, los machos deleitan a las hembras con sus cantos.
Y por supuesto, también maravillaron a los humanos con su presencia muy característica del verano.