Aunque los hermanitos no hablaban el mismo idioma que sus papás adoptivos, ellos sabían que por primera vez en su vida tendrían un hogar lleno de amor.
Brandon y Jennifer Pratt son una pareja de Iowa, Estados Unidos y en diciembre del 2016 pudieron hacer su sueño de convertirse en padres en una realidad y de una manera muy particular, ya que los esposos habían decidido que iban a formar una familia a través de la adopción.
De esta manera, los estadounidenses aplicaron al sistema de adopción internacional y su objetivo era encontrar hermanos, puesto que están conscientes de lo difícil que es para ellos cuando se separan y no todos van con la misma familia. Además, Brandon y Jennifer deseaban tener más de un hijo y como el proceso de adopción es exhaustivo preferían realizarlo una sola ocasión.
Con su preferencia en firme, la pareja decidió que adoptarían hermanos de Brasil, puesto que la hermana de Jennifer está casada con un jugador de fútbol de ese país y estaban fascinados con su cultura.
Después de un largo proceso que duró casi tres años entre trámites internacionales, visas y demás, Brandon y Jennifer viajaron a Brasil dónde conocieron a cuatro hermanitos: Leandro, Cristiano, Enzo y William que iban entre las edades de 2 a 6 años y que desafortunadamente habían sufrido de negligencia y maltrato parental y por esto sus padres habían perdido su custodia y vivían en un orfanato en Recife, Pernambuco.
Cuando la pareja llegó a Brasil hicieron un proceso de adaptación por 60 días en el que pasaron por muchas dificultades ya que los niños eran muy pequeños y además no hablaban inglés. Sin embargo, esto no fue un impedimento para que Brandon y Jennifer hicieran todo lo posible para dejarles saber a los hermanitos que todo estaría bien.
Finalmente, la pareja fue aprobada y regresaron a Iowa, Estados Unidos con sus 4 hijos quienes se maravillaron con toda la tecnología y por viajar en avión hasta el lugar que se convirtió en su nuevo hogar.
Por fortuna, la pareja y sus cuatro hijos se adaptaron rápidamente a su nueva vida y aunque tuvieron varios retos, en aproximadamente 6 meses los niños empezaban a entender y hablar en inglés con normalidad y ahora están muy agradecidos por todas las oportunidades que tienen y por supuesto, Brandon y Jennifer han tomado la adopción de la forma más responsable posible y están encantados con sus hijos y por la oportunidad de estar juntos cada día en un hogar lleno de amor.