Estos gatitos se convirtieron en mejores amigos y se ayudan mutuamente para sobrellevar sus necesidades especiales.
Esta historia ocurrió en Estambul, Turquía cuando un gatito fue llevado a un veterinario con muchas complicaciones médicas ya que estaba paralizado en parte de su torso y sus extremidades inferiores y aunque estaba teniendo algunos avances en su salud necesitaba de atención especial en casa, así que los veterinarios contactaron a Ahsen, una rescatista de animales para preguntarle si podía ayudarles.
En una entrevista con Love Meow, Ahsen comentó al respecto: “Lo conocí (el gato) en la clínica y estaba recibiendo tratamiento por algunas lesiones e infecciones. Le tomaría tiempo sanar así que me ofrecí a acogerlo y lo llevé a casa”.
De esta manera, Ahsen ayudó al gatito con un baño y una cama caliente para que se sienta más tranquilo y pueda descansar cómodamente durante su recuperación. Y en la entrevista la rescatista mencionó: “Estaba feliz y agradecida de saber que ya no tenía que quedarse en una jaula y que todo estaría bien”.
Así pasaron varios días y Ahsen cuidaba atentamente del pequeño y aunque él estaría en su casa solo hasta que se recupere y luego le encontrarían un hogar definitivo con una familia con experiencia en gatos con necesidades especiales, ella se empezó a encariñar con el gatito y decidió llamarlo Hayko.
Posteriormente, Ahsen notó que el pequeño estaba listo para empezar a socializar con otros gatos, así que poco a poco dejó que interactúe con sus demás gatitos y fue justo en ese momento que una de las mininas del grupo mostró particular interés por Hayko.
Se trataba de Ekim una gatita que Ahsen había adoptado previamente de la misma clínica y que había sido encontrada en la calle con una lesión en una de sus patas delanteras, que terminó en una amputación. Por fortuna, la gatita logró una pronta recuperación y se adaptó a vivir dentro de la casa de la rescatista.
Ahsen comentó para Love Meow, que Ekim estaba muy emocionada de conocer a Hayko y mencionó que “Fue amor a primera vista”. Posteriormente, su amistad creció y todo el tiempo se están cuidando. “Les gusta pasar tiempo juntos, jugar, acicalarse y dormir en la misma cama”.
Finalmente, Ahsen decidió desistir del plan original de dar a Hayko en adopción cuando terminara su recuperación, ya que el gatito se ganó el corazón de todos y no quería separarlo de su nueva mejor amiga. La rescatista concluyó en la entrevista: “Queremos darle la mejor vida que se merece, para que siempre esté feliz, seguro y amado”.