¡Esto sucede desde hace siete años!
Rick Anderson tiene una inusual amiga de casi dos metros, que desde hace años lo busca para recibir mimos. Se trata de una hembra tiburón Port Jackson; que además de emocionarse cada vez que lo ve, no lo deja en paz hasta recibir un abrazo.
Ella no tiene nombre, pero Rick la identifica por las marcas en su cuerpo; desde que era una bebé ella siempre reconoce y nada hacia él para que la acaricie, desde hace siete años.
“Empecé a jugar con ella hace como siete años, cuando era una bebé de sólo seis pulgadas de largo,” dijo Rick a The Dodo. “Me acerqué a ella con cuidado para no espantarla; después empecé a acariciarla con delicadeza. Cuando se acostumbró a mí; comencé a acurrucarla entre mis manos y a hablarle con dulzura a través de mi regulador”.
“Hice esto todos los días en la primera temporada que ella apareció aquí. Luego en las temporadas siguientes, ella me reconocía y nadaba hasta mi para que la acariciara. No tardó mucho en acostumbrarse a mí, hasta el punto en el que ella aparecía nadando a mi lado mientras yo pasaba, y me daba golpecitos en las piernas hasta que extiendiera mis brazos para abrazarla”.
Para visitarla Rick tiene que cargar un tanque de oxígeno, ponerse un regulador y sumergirse en la costa de Nobbys Beach en New South Wales, Australia.
“La mayoría de los buzos no pueden creer esto la primera vez que lo ven”, agregó. “Yo no le doy alimento ni a ella ni a ninguno de los otros tiburones con los que juego. Basicamente los trato como trataría a un perro”.
¿Por qué no tenerle miedo a un tiburón?
Esta especie de tiburones conocida como Port Jackson; es mucho más pequeña que el gran tiburón blanco. Pero cualquier clase de tiburón tiende a generar miedo; especialmente cuando los medios se esfuerzan por presentarlos como criaturas peligrosas para las personas. En realidad, la crueldad de los humanos es mucho más peligrosa para los tiburones; pues se estima que se matan alrededor de 73 millones de al año, sólo para hacer sopa de aleta de tiburón.
Rick Anderson, quien ha buceado por 27 años y posee su propia escuela de buceo; espera que su amistad con esta tierna Port Jackson pueda hacer que la gente les tenga menos miedo.
“El concepto erróneo más grande acerca de los tiburones es que son asesinos incontrolables que acechan a las personas a las personas hasta que entren al agua para que puedan devorarlas”, dijo Anderson.
Rick asegura que siempre se ha sentido cómodo nadando con estos animales. Además de los Port Jackson, bucea con otras especies de tiburones; tales como tiburones banjo, tigre, toro, martillo, e incluso el colosal tiburón blanco.
Al igual que Rick; en Nation esperamos que su amistad dure muchos años más; y que cada vez más personas se unan a la lucha por la conservación de los tiburones. Él comenta que siempre está dispuesto a darle un abrazo a un tiburón; y al parecer su tierna amiga está más que feliz, y nunca dejará de pedirle mimos.