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Amoroso gatito pasa todo el día consolando a su papá con Alzheimer

Se han convertido en mejores amigos y pasan todo el tiempo juntos.

Patricia Wright pudo presenciar la transformación de su esposo Bob, quien al ser diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer, empezó a cambiar varios aspectos de su personalidad. Sin embargo, algo que el hombre siempre ha disfrutado, son los animales ya que durante muchos años trabajó como veterinario.




Y aunque actualmente está jubilado, Bob encontró una forma de calmarse y sentirse feliz gracias al amor que le da su gatito Mooshu, quien llegó a su vida en el 2013, cuatro años después del diagnóstico de Alzheimer. En una entrevista con The Dodo, Patricia mencionó que su gatito es extremadamente sociable y afectivo, lo cual ha sido un alivio para todos ya que Bob se siente mucho mejor por los mimos y la compañía de Mooshu.

“Él siempre preguntaba por un gato para tenerlo en su regazo, así que yo levantaba a Mooshu y lo ponía en el regazo de Bob. Ahora pasan así todo el tiempo y el duerme en sus brazos durante la noche”. Adicionalmente, Patricia mencionó que ellos tienen otro gatito llamado Norman y aunque también es parte esencial de la familia, quien se ha encargado de desarrollar un vínculo especial con Bob ha sido Mooshu.




De esta manera, Mooshu se ha convertido en su protector y siempre lo acompaña a donde sea que vaya: “Creo que él sabe que su papá lo necesita más ahora que antes. Cuando Bob se baña, Mooshu es el que está allí maullando y frotándose contra él como si estuviera tratando de asegurarse de que esté bien”. 

Sin embargo, en ciertas ocasiones Mooshu se aleja momentáneamente de su papá y Patricia empezó a notar que esto afligía a su esposo: “Bob siempre estaba feliz con Mooshu en su regazo y lo mantenía tan calmado, que no estaba feliz al menos que el gato estuviera ahí. Así que tuve que comprarle un gato robot para que le hiciera compañía cuando Mooshu estaba haciendo cosas de gatos”. 




Patricia comentó que su minino no estaba muy contento al ver al impostor, pero con el tiempo lo aceptó y cada vez que él sale a jugar o a explorar, su papá se queda tranquilo con el gato robot. De esta manera, Patricia ha encontrado la manera de ayudar a su esposo para sobrellevar los cambios que sufre por el Alzheimer, disfrutando del día a día junto a Mooshu, quien es su mejor amigo y fuente de felicidad total.