Un nuevo estudio que analiza biomarcadores sanguíneos relacionados a los trastornos del estado de ánimo, podría conducir a nuevas formas de diagnosticar y tratar la depresión.
Una nueva investigación científica podría cambiar la forma en que se diagnostica la depresión, la cual tradicionalmente es realizada por médicos, psicólogos y psiquiatras, quienes se encargan de estudiar diferentes aspectos de las personas para determinar esta enfermedad, y aunque en ciertas ocasiones también se realizan análisis de sangre para verificar si los síntomas de depresión podrían estar relacionados con otros factores del paciente, los análisis de sangre no se han utilizado para diagnosticar la afección en sí.
Sin embargo, un nuevo estudio realizado por especialistas del Richard L. Roudebush VA Medical Center en Indianápolis, Estados Unidos sugiere que un análisis de sangre podría ser una opción práctica para el futuro ya que los investigadores lograron identificar 26 biomarcadores, que son medibles y se encuentran en la sangre de pacientes con incidencia de trastornos del estado de ánimo, como la manía, la bipolaridad y la depresión.
Al respecto, el psiquiatra y neurocientífico Alexander B. Niculescu de la Universidad de Indiana mencionó que “los biomarcadores sanguíneos están emergiendo como herramientas importantes en los trastorno en los que el auto informe subjetivo de un individuo, o la impresión clínica de un profesional de la salud, no siempre son confiables”.
Y agregó que “estos análisis de sangre pueden abrir la puerta a una coincidencia precisa y personalizada con los medicamentos y un control objetivo de la respuesta al tratamiento”.
Por otra parte, el especialista mencionó que el nuevo estudio fue realizado durante cuatro años con cientos de pacientes del Centro Médico Richard L. Roudebush VA en la que los médicos realizaban varias pruebas para identificar y confirmar biomarcadores de expresión genética en sangre, para analizar si estos podrían estar vinculados a los trastornos del estado de ánimo.
De esta manera, en cada una de las sesiones, los especialistas hicieron un seguimiento del estado de ánimo (de bajo a alto) de los pacientes y también les tomaban muestras de sangre, para poder compararlas en una base de datos masiva que contiene la información de 1600 estudios de genética humana, expresión genética y expresiones de proteínas. Tras realizar la comparación, el grupo de científicos logró identificar 26 biomarcadores y posteriormente encontraron que 12 de ellos se pueden vincular con la depresión, 6 con trastorno bipolar y 2 con manía.
Finalmente, los investigadores mencionaron que estos resultados podrían ser determinantes para dar un nuevo enfoque a la medicina de precisión, ya que los resultados que obtuvieron no sólo pueden identificar la propensión a la depresión y otros trastornos del estado de ánimo en los pacientes, sino que también puede ayudar a mejorar los tratamientos tomando en cuenta los datos bioinformáticos de medicamentos.
El Dr. Niculescu concluyó que “esto es parte de nuestro esfuerzo por llevar la psiquiatría del siglo XIX al siglo XXI, para ayudarla a convertirse, como otros campos contemporáneos como la oncología. Ya que en última instancia, la misión es salvar y mejorar vidas”.