El hallazgo genera esperanza para la comunidad científica.
El herpetólogo Chris Phillips se llevó una gran sorpresa durante una expedición realizada en octubre del 2014 en un riachuelo del estado de Illinois en Estados Unidos, cuando se zambulló en búsqueda de una joven tortuga caimán macho (Macrochelys temminckii) que había sido liberada recientemente con el propósito de reforzar las poblaciones de aquellos reptiles que en la actualidad se encuentran en peligro de extinción.
Aunque Chris estaba siguiendo las señales del transmisor que habían sido instaladas en la tortuga macho, repentinamente encontró algo diferente, tal como lo mencionó en una entrevista con Illinois Natural History Survey “Estaba casi sin aliento cuando sentí el caparazón. Pensé que había encontrado a la tortuga macho que sabía que estaba allí por la señal de radio. Pero al agarrarlo, su caparazón no terminaba donde debía de hacerlo”.
Y es que Chris se había topado con una tortuga caimán hembra que pesaba casi 10 kilogramos y medía 40 cm de longitud, el doble del tamaño del individuo que él estaba buscando en el riachuelo. Tras realizar estudios de ADN en el laboratorio, el herpetólogo y otros especialistas determinaron que la tortuga tenía aproximadamente 18 años de edad y al darse cuenta que no contaba con ningún dispositivo de rastreo, significaba que ella había estado viviendo de manera natural sin haber sido criada en cautiverio y después liberada.
El impresionante hallazgo de Chris fue publicado en la revista Southeastern Naturalist, emocionando a miles de científicos y aficionados, puesto que la última vez que se había registrado a una tortuga caimán en estado salvaje ocurrió en 1984 en Illinois, donde es endémica.
Adicionalmente, los investigadores mencionaron que el descubrimiento de aquella tortuga sugiere dos hipótesis: primero que aún hay esperanzas para las tortugas caimán y segundo que la tortuga hallada por el herpetólogo se trata del último ejemplar que ha logrado sobrevivir naturalmente sin la intervención de los científicos con los métodos de reproducción en cautiverio y posterior liberación.
Por otra parte, los investigadores han continuado con los procesos de reintroducción de tortugas caimán y manifestaron que ya han soltado a más de 90 ejemplares adultos de entre dos a seis años de edad, con el objetivo de salvar a esta especie de la extinción.