Su madre falleció y su padre no sabe cómo hacerlo.
Todos los días, cuando los demás niños bajan del autobús, Isabella de 11 años se queda al lado de Tracy, la conductora del autobús quien la ayuda a peinarse antes de ingresar a la escuela.
Hay historias y personas que además de darnos lecciones diarias nos llenan de amor. Y es que muchas veces son las pequeñas acciones las que logran arreglar un poquito el mundo.
Ella es la conductora de un bus escolar y cada mañana peina a una estudiante que perdió a su madre. Su padre no sabía cómo peinarla, así que le pidió ayuda a su chofer. Y desde entonces han hecho una hermosa amistad.
Isabella Pieri es una niña de 11 años que lamentablemente perdió a su madre cuando tenía 9 años. Junto con su padre pasaron momentos difíciles. Cuando retomaron su vida con un poco más de normalidad, su padre se dio cuenta de que no sabía hacer muchas cosas, entre ellas peinar a su hija y ella al ser muy pequeña no podía hacerlo sola.
‘’Muchas veces terminó llorando porque le jalaba muy fuerte el cabello’’, dijo el padre.
El cabello de Isabella creció al punto de parecer una cola de caballo, y su papá ya no supo qué hacer, afortunadamente la solución llegó del lugar menos esperado.
Un día Isabella llegó a casa con un look diferente. ‘’Se veía hermoso’’, dijo Phillip sobre el cabello de su hija.
Resultó que Isabella se aburrió del problema y le pidió ayuda a la conductora de su autobús escolar, Tracy Dean. Amablemente la mujer la cepilló y comenzaron una hermosa amistad basada en una rutina de peinados.
‘’Hacemos dos trenzas francesas y de vez en cuando ella solo quiere una trenza. También le enseñé a cepollarse el cabello’’.
‘’Muchas veces se subía al autobús y me decía: ‘me cepillé el pelo ¿se ve bien? Y yo le decía: ‘lo hiciste genial’’’.
La buena acción de Tracy ha aliviado el trabajo de papá, el autoestima de Isabella y, en parte la pérdida de su madre.
Una acto desinteresado, lleno de amor y que sin duda nos deja una gran lección.