Lo que comenzó como una buena acción terminó por convertirse en todo un movimiento.
El empresario Philip Pavone posee una casa de empeño en Connecticut, Estados Unidos, y en los últimos años ha donado 580 sillas de ruedas motorizadas a personas que no podían costearla. Todo comenzó cuando decidió ofrecer algunas sillas de ruedas que habían estado en su tienda durante años. Colocó un anuncio en el periódico, y en solo 2 semanas recibió más de 60 solicitudes.
La gente comenzó a escribirle, diciendo que el seguro de salud no cubría el valor de una silla motorizada, que generalmente cuesta entre $ 16,000 y $ 160,000 dólares. Muchas de estas personas nunca podrían salir de su casa sin una silla como esta, pues algunos tienen parálisis que afecta el movimiento de sus brazos, por lo que una silla convencional no era suficiente. “En ese momento, me di cuenta de cuántas personas estaban sufriendo. Fue increíble. Algunas de las personas que me escribieron no habían salido de casa por meses, algunas por años … todo porque no tenían una silla de ruedas.Eran muy viejos y no tenían a nadie que los ayudara ” , dijo a un periódico local.
Fue entonces cuando Philip comenzó a investigar, hasta que descubrió que había una gran cantidad de sillas de ruedas, muchas de ellas rotas o sin usar durante años, en los sótanos y garajes de la ciudad. Decidido a ayudar a las personas con movilidad reducida, creó una ONG: AZ Pawn’s Gift of Mobility. La cual distribuye sillas de ruedas motorizadas en todo Estados Unidos, y su objetivo es donar 100 más para fines de este año. Sin embargo para completar su meta necesita dinero pues muchas de las sillas están descompuestas, así que comenzó una campaña de crowdfunding en GoFundMe para recaudar $ 50,000 dólares para recolectar y reparar docenas de sillas de ruedas abandonadas.
Sin duda son las personas como él las que marcan la diferencia en el mundo