“Siento que estoy haciendo mi parte para quienes lo necesitan. La leche materna es el oro líquido, nunca debería ser desperdiciado”.
Elisabeth Anderson Sierra es una estadounidense que vive en Oregon, EE.UU. y tiene el síndrome de hiperlactación, lo que la hace producir cerca de 6,6 litros de leche por día. ¿Qué hacer con tanta leche? ¿Desperdiciarla? ¡Claro que no! Esta leche está siendo utilizada para alimentar a bebés necesitados, ya sea por cuestiones naturales de las madres o en caso de catástrofes naturales donde es necesaria la leche materna para los pequeños.
En una entrevista al diario británico Dailymail, Elisabeth dijo que percibió que producía más leche que lo normal en su primer embarazo, pero que fue en la segunda ocasión que la cantidad aumentó considerablemente. Su hija Sophia, de 6 meses consume en promedio 800 ml y la solución que ella encontró para no desperdiciar esta leche fue donarla.
La estadounidense dice que pasa 5 horas al día con la bomba de succión en los senos, luego embala, etiqueta y coloca toda la leche recogida en el congelador. Todo esto consume en promedio de 10 horas de su día y no olvidemos que ella todavía tiene 2 hijas que criar. Ella afirma que en los últimos 3 años no ha tenido un día de descanso ¡Una verdadera heroína!
Ella donó la mitad de su leche a madres que no pueden amamantar porque están tomando medicamentos o por haber tenido cáncer de mama, también hace donaciones a parejas homosexuales y el resto va a un banco de leche, ubicado en California. En total, ella ya llegó a donar más de 2,600 litros de leche materna.
Cuando se le preguntó cómo se siente hacerlo, responde de la mejor manera posible: “Siento que estoy haciendo mi parte. Yo animaría a otras madres a hacer lo mismo. La leche materna es el oro líquido, nunca debería ser desperdiciado”.
Si quieres saber más sobre esta labor maravillosa de Elisabeth, puedes ver un video aquí abajo.
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