Un grupo de abuelos generosos están trayendo alegría a cientos de miles de niños en todo el mundo.
La Fundación para Niños de Tiny Tim proporciona ropa hecha a mano y otros productos a los niños necesitados, pero son más conocidos por sus carros de juguete de madera. Esta organización sin fines de lucro se ubica en West Jordan, Utah (EE. UU.) pero sus juguetes son repartidos para niños alrededor del mundo.
El fundador de Alton Thacker dijo. “Si tienes a alguien a quien amar, algo que hacer y algo que esperar, tienes todos los ingredientes para ser feliz”.
Thacker nombró a la fundación por el nombre de un niño que conoció y que cambió su vida. Timmy tenía parálisis cerebral y estaba gravemente discapacitado desde el nacimiento. Vivió para tener 17 años y vivió cada día con alegría.
“Timmy era tan adorable”, dijo Thacker. “Él me enseñó que debes hacer las cosas que te hacen ser adorable”.
Otro voluntario, Charlie Despain, describió la alegre sensación de entregar juguetes a familias empobrecidas en América Central.
“Les daría un juguete y sus caras simplemente se iluminarían. Nunca habían tenido un juguete estas niños. Aprendí a decir: ‘¿Quieres un juguete?’ en español. No conocían la palabra juguete”, dijo.” Fue una experiencia divertida ver gente humilde y amorosa “.
Cuando un niño juega con un juguete, despierta su imaginación. Aprenden a pensar por sí mismos. Comienzan a explorar las posibilidades a su alrededor. Desafortunadamente, hay 500 millones de niños en todo el mundo que nunca han tenido un juguete; esos niños probablemente nunca tendrán un juguete. La Fundación para Niños de Tiny Tim cree que esos 500 millones de niños merecen una razón para sonreír.
La Fundación para Niños de Tiny Tim construye y entrega 64,000 juguetes cada año a niños necesitados en todo el mundo. Estos juguetes han sido entregados a muchos países incluyendo; Irak, Afganistán, Ghana, Tailandia, Corea, Rusia, México, Brasil, República Dominicana y niños necesitados dentro de los Estados Unidos. También se envían a hospitales donde los pacientes pueden jugar y quedarse con ellos.
Dondequiera que hayan sido enviados, vuelve la misma historia. Traen sonrisas a las caras de los niños y las barreras culturales, lingüísticas y sociales se desvanecen.
La fundación ha crecido en los últimos 16 años a un grupo de aproximadamente 30 voluntarios que han fabricado y entregado cientos de miles de juguetes a niños de todo el mundo.
h/t: KUTV / Tiny Tim Foundation for Kids