Su transformación es tan asombrosa que no podemos creer que sea el mismo hombre
Una mujer en Kenia derritió el corazón de todos los ciudadanos luego de este increíble acto de amor.
Wanja Mwaura compartió las fotos de un hombre al que identificó sólo como Hinga. Un hombre drogadicto que vivía en las calles de la ciudad durante la mayor parte de su vida adulta.
Era principios de octubre y Wanja, de 32 años, se dirigía al mercado de Lower Kabaete, no muy lejos de Nairobi, cuando escuchó que alguien gritaba su nombre.
Levantó la vista y se sorprendió al ver a un hombre alto con ojos saltones, sucio y una apariencia demacrada. Ella no lo reconoció.
Pero cuando Patrick ”Hinga” Wanjiru, de 34 años, se presentó, Wanja entró en estado de shock. Frente a ella estaba un amigo que conocía desde que tenía siete años.
Los dos se habían conocido en la escuela primaria en 1992, y Hinga era un aficionado al futbol. De pequeño vivía con su abuela, pero cuando su abuela murió, abandonó la escuela y su vida comenzó a tener una trayectoria descendente.
Reencuentro
Cuando se encontraron nuevamente, más de 15 años después, Hinga había estado sin hogar por más de una década. No se parecía en nada al amigo de la infancia que alguna vez conoció.
Wanja sintió una consternación inmensa y le preguntó a Hinga si podía comprarle el almuerzo. En un café local, ella ordenó un plato que recordaba era su favorito: costillas de cerdo y puré de papas.
”Le di mi número de teléfono móvil y le dije que me llamara si necesitaba algo”, dijó Wanja a BBC.
Durante los días siguientes, Hinga pidio teléfonos prestados y solía llamar a su amiga de la infancia, a menudo sólo para charlar. Además él le dijo que estaba comprometido a limpiarse de las drogas; entonces fue cuando Wanja decidió ayudar.
Ayuda
La mujer llevó el caso a redes sociales con el fin de recaudar fondos para la rehabilitación de su amigo. Creó una página de crowdfunding, pero sólo logró recaudar alrededor de 41,000 chelines kenianos. Sin embargo, el costo de nueve días de rehabilitación en el Centro Médico Chiromo Lane en Nairobi fue de más de 100,000 KES.
A pesar del costo Wanja le había prometido a Hinga ayudarlo y lo llevó al centro de todos modos, sin saber cómo iban a cubrir el costo.
Hinga estaba realmente comprometido y en cuestión de días había ganado peso y mejora. Wanja llevó la historia a Facebook para hablar de lo orgullosa que estaba de la transformación en tan corto período.
Después el empresario de Mombasa Fauz Khalid descubrió la publicación de la mujer y dijo que quería compartir la historia en una plataforma más amplia. Luego de eso, muchos medios en Kenia comenzaron a cubrir la historia y Chiromo Lane Medical Center aceptó renunciar a la tarifa completa por el tratamiento de Hinga.
Wanja dice que esto fue ”una bendición”, y actualmente está recaudando fondos para que su amigo siga en un programa de 90 días y así poder rehabilitarlo completamente.
”La gente dice que cambié la vida de Hinga, pero también cambió la mía”; dice Wanja. ”Ahora me doy cuenta de que un acto pequeño puede cambiar la vida de una persona”.