Los dos ‘’gatitos’’ estaban a un lado de la carretera y se amamantaban de su madre fallecida, así que decidió acogerlos.
Florencia, es una chica de 18 años oriunda de Tucumán, Argentina. La joven decidió adoptar a los dos pequeños gatitos que había encontrado abandonados y hambrientos con una semana de vida.
La chica estaba pescando son su hermano en Santa Rosa de Leales cuando escucharon los pequeños maullidos de los gatos. Al acercarse vieron que los dos animalitos estaban junto con su madre fallecida y si no se los llevaban iban a fallecer.
Los dos jóvenes se entusiasmaron por la llegada de los mininos a su hogar, y decidieron bautizarlos como Dani y Tito. Lamentablemente, la hembra falleció a la semana pues se encontraba muy débil.
‘’Me seguía a todas partes, Acá donde vivo nunca le faltó carne, leche ni nada. Era una mascota para mí. Lo extraño mucho. Él me esperaba cuando llegaba de la facultad y cuando le silbaba como pajarito siempre venía’’, dijo Florencia recordando a su ‘gatito’.
Mientras Tito iba creciendo, Florencia se dio cuenta de que la fisonomía de su gato iba cambiando y se alejaba bastante de como luce un gato normal. Debido a eso decidió acercarse a un veterinario y ahí fue cuando descubrió que en realidad se trataba de un puma yaguarundí.
En ese momento, tanto Florencia como el veterinario, decidieron llamar a la Fundación Argentina de Rescate animal (FARA). ‘’La fundación actuó muy rápido, llegaron y las chicas me dieron contención. Si vos lo crias y lo consentís, sentís como que es tuyo y te causa dolor que se lo lleven, pero en el fondo sé que está bien que se lo lleven y lo reintegren a la naturaleza. Me parece mal que las personas se adueñen de animales así o los vendan sin importarles lo que les pase’’, contó Florencia.
Ahora afortunadamente, el animal se encuentra en manos de expertos, los cuales esperan poder volverlo a reinsertar en su hábitat natural.