Esta criatura además de ser encantadora genera su propia luz.
Se llama Costasiella kuroshimae, también conocida como “oveja de las hojas”, es una babosa de mar sin cascarón de aproximadamente 5 mm de tamaño, cuyos ojos brillantes le hacen parecer un dibujo animando, como un pokemón. Esta especie habita en las aguas cercanas a Japón, Indonesia y Filipinas.
Sin embargo, lo que lo hace particularmente especial a esta especie de sacoglossa es su capacidad inusual de fotosintetizar, un proceso que está reservado para el mundo de las plantas.
Las “ovejas de hoja” suelen alimentarse de algas verdes, y esto les proporcionan su característica fluorescencia: las algas les proporcionan cloroplastos, lo que les permite emitir su propia luz en un proceso llamado cleptoplastia.
Pero sus curiosidades no quedan ahí, pues es uno de los pocos organismos no vegetales que puede realizar la fotosíntesis, ya que sus “hojas” pueden sobrevivir hasta un par de meses por la energía producida.