Un acto simplemente adorable.
Mimi, la coneja, nació sorda con solo tres patas, y aunque no puede escuchar, gracias a su dueña, tiene un nuevo conjunto de orejas únicas, hechas de lana de ganchillo.
Rodajia Welch, de 22 años, adoptó a Mimi a través de una compañera de trabajo que es voluntaria en un refugio, donde brinda a los dueños de mascotas de bajos ingresos en la localidad de Sacramento, necesidades básicas de cuidado de mascotas. “Tan pronto como vi a Mimi me enamoré y no podía esperar para llevarla a casa”, dijo Welch. Bueno, no solo Welch le dio al conejito un nuevo hogar, sino también sus dos orejas que le faltaban.