La tala no sólo es peligrosa para el planeta, también daña a los seres vivos que los habitan.
Los paisajistas estaban recortando las ramas de algunas palmeras cuando accidentalmente derribaron un nido de ardilla con tres bebés todavía adentro. Cuando se dieron cuenta, lograron llevar el nido hasta el suelo, pero no sabían qué hacer con ellos.
Ahí es cuando la ardilla mamá entró y cumplió su papel tan perfectamente como cualquier madre lo haría. Puso a sus bebés a salvo, y aunque tuvo que construir su nido desde cero, definitivamente vale la pena hacerlo por sus bebés.