La perrita había sido atropellada y estaba esquelética, afortunadamente la encontraron y hoy luce irreconocible.
Realmente hay que ser un monstruo para no quedar conmovidos o empatizar con el dolor de un animalito. Los animales en situación de calle tienen una vida dura. Todos los días se enfrentan a peligros en el exterior y se exponen a enfermedades e infecciones, pasan hambre y lo más importante sienten soledad.
Matilda es una perrita galgo que vive en las calles de Murcia, España. Mientras algunos voluntarios se encontraban haciendo la operación ‘’Galgos del Sol’’, una iniciativa que busca rescatar a estas mascotas, escucharon un estrepitoso llanto.
Se trataba de una cachorra que se quejaba a gritos de dolor por su mal estado. Sus huesos sobresalían a través de su delgada y opaca piel, estaba en una situación de emergencia y los voluntarios no dudaron en ayudarla.
La perrita había sido atropellada, pero no contaba con huesos rotos por fortuna. Sin embargo estaba muy débil para ponerse de pie y no confiaba en las personas.
De alguna forma la convencieron para que confiara, la levantaron y se la llevaron al refugio en donde fue atendida y comenzó su tratamiento para aumentar de peso. Matilda comenzó a mostrar su verdadera personalidad y poco a poco genero confianza con las personas.
La bellísima perrita fue pronto adoptada por una mujer que vive cerca del albergue y Matilda no puede ser más feliz. Ahora esta llena de amor y comprensión. Su dueña la comprende y juega con ella y sin duda tiene un futuro prometedor.
La perrita ya esta mejor, recupero mucho de su peso perdido e incluso tiene otros hermanos perrunos para jugar. Sin duda pasó por tiempos difíciles pero hoy disfruta de un hogar caluroso y el dolor se acabo para ella.
A veces abrirle la puerta a un animal en situación de calle nos vuelve superhéroes sin saberlo, si tienes la oportunidad brindadle refugio a un animalito, te aseguramos que no te arrepentirás.