El gato de las arenas, adorable pero letal, reaparece después de 10 años

Este feroz cazador no necesita beber agua ya que puede obtener todo lo que necesita de sus presas

Parpadea y te lo perderás. El gato de arena es un animal tímido y secreto que solo se ve en el desierto por la noche.

Es un cazador nocturno perfectamente adaptado a su hogar en el desierto. No necesita beber agua, ya que puede obtener todo lo que necesita de las aves pequeñas, reptiles y mamíferos que son su presa. Pelos especiales en sus orejas y en sus patas mantienen la arena afuera.

A pesar de su amplia distribución en los desiertos del norte de África, Arabia y Asia Central, poco se sabe acerca de esta especie esquiva.



“Hay una ausencia de científicos trabajando en gatos de arena y se están realizando muy pocas evaluaciones para conocer el comportamiento, la población y el estado de la especie”, dice John Newby, del Sahara Conservation Fund.

La falta de registros y la dificultad para detectarlo significan que ni siquiera sabemos qué tan bien le está yendo. Los gatos de arena figuran como “casi amenazados” en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y están en peligro de extinción en los Emiratos Árabes Unidos, donde el zoológico de Al Ain es un punto de acceso para los programas de cría en cautividad para tratar de conservar la especie.

“Los gatos de arena son naturalmente raros”, dice Newby. Además de eso, se cree que las poblaciones están disminuyendo debido a la pérdida de hábitat y la disminución del número de especies de presas.

En los EAU occidentales, el gato solo se ha documentado en la naturaleza de forma anecdótica, e incluso dichos registros datan de hace 10 años o más.

En 2015, Shakeel Ahmed, científico asistente de la Agencia de Medio Ambiente – Abu Dhabi (EAD), dirigió un equipo que estudiaba los animales y las plantas de Baynouna, un área protegida en Abu Dhabi. Atacaron las cámaras con comida para gatos durante varios meses y finalmente lograron obtener 46 fotos, que el equipo identificó más tarde como de tres personas. Los avistamientos solían tardar las noches de luna y en los momentos más fríos, lo que sugiere que los gatos prefieren temperaturas medias a bajas de entre 11 y 28 ° C. Su hábitat estaba en dunas de arena escasamente vegetadas.



El equipo también colocó trampas para animales pequeños, y atrapó los jerbos de Cheeseman y el jerboa menor. Otros avistamientos en la cámara incluyen el escarabajo erizo, y reptiles como el esmalte de arena árabe y el gecko. Todo esto significa que hay un montón de comida disponible en la región para el gato de arena.

El equipo espera que esta información ayude a informar futuras estrategias de conservación. Por ejemplo, podría ser útil para el trabajo que compara la relación de esta población con las de los vecinos de Omán y Arabia Saudita.

“Está claro que la investigación de campo será extremadamente valiosa para armar planes de conservación para los gatos de la arena y su hábitat, así como para señalar esas áreas y su extensión que pueden convertirse en áreas protegidas para conservar a los gatos”, dice Newby. “Los científicos deben investigar más sobre cómo viven los gatos de arena para crear un área protegida adecuada”.



h/t: NewScientist


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