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La especie de loro más grande del mundo se está recuperando del peligro de extinción

Los loros más grandes y pesados del mundo han comenzado a reproducirse con éxito y le dan esperanza a su especie.

El loro kakapo es una especie endémica de Nueva Zelanda y es famoso por ser el único loro no volador del mundo además de ser el más pesado. En el pasado los loros abundaban por gran parte del territorio neozelandés, pero se vio afectado debido a la caza furtiva, plagas introducidas y la agricultura que acabó con sus hogares.




Hoy en día, solo existen 147 aves de esta especie y todos se encuentran bajo protección. Debido a que la población de kakapo es tan pequeña, todos tienen un nombre, por ejemplo, Ruth, Hoki, Suzanne y Zephyr, los cuales están sujeros a uno de los programas de manejo y protección más intensivos de todas las especies del mundo.

Uno de los problemas que enfrentan los científicos que buscan que esta especie se salve, es la infertilidad y la crianza que han puesto trabas a los esfuerzos reproductivos de las aves.




Pero la esperanza regresó este año ya que se incubaron 76 loros kakapo y se espera que 60 lleguen a la edad adulta, como resultado de la siembra abundante en el arbusto de Nueva Zelanda que ha producido una gran cantidad de comida favorita de las aves, la fruta del árbol Rimu.

“En las últimas dos temporadas ha habido enormes cantidades de fruta que no se han visto durante 50 años, por lo que todas las kākāpō femeninas saben que es hora de reproducirse, y en realidad comenzaron mucho antes de lo habitual, lo que significa que algunas ahora han podido anidar, dos veces.”

Los pollos se crían en dos islas libres de depredadores frente a la costa de Nueva Zelanda, en santuarios protegidos que están libres de plagas, pero al final el equipo de recuperación de kākāpō quisiera reintroducirlos en la maleza, ciudades y pueblos de la parte continental de Nueva Zelanda.




Se creía que los loros kakapo se habían extinto hasta que a finales de la década de 1970 se encontró un grupo de 18 aves conocidas. Gracias a los esfuerzos de investigadores, esta especie se recupera poco a poco y se espera que los avances sean mayores.