Un regalo algo caro para unos pequeños.
Fotografiar animales salvajes tiene ciertos riesgos. Pero a menudo, los riesgos potenciales valen la pena, algo que la fotógrafa Barbara Jensen Vorster puede atestiguar de primera mano. En julio de 2018, estaba tomando fotos de un orgullo de leones en Botswana, hasta que una leona local robó la Canon 7D de Vorster después de que accidentalmente la dejara caer al suelo. (El “ruido sordo” despertó el interés del gato grande). Afortunadamente, Vorster tenía otra cámara a mano y capturó lo que sucedió a continuación.