Si se pierde, ella lo ayudará a volver a casa.
Mariano es un señor de edad avanzada y cuando la enfermedad hace que se desoriente, su perrita llamada Lass, lo ayuda a encontrar el camino de vuelta a su hogar.
Cada día es más común ver perros que sirven de guías o de asistencia. Y a medida que aumenta su uso, también lo hace su efectividad. Algunos de estos perritos nacen con talento y otros simplemente son entrenados para ello desde que son cachorros. Para Lass solo le bastó conocer muy bien a su dueño y un breve curso, para ayudarlo de raíz con su enfermedad.
Siete años atrás Mariano fue diagnosticado con Alzheimer y desde ese momento su vida cambió radicalmente, ya nada era lo mismo. Era un hombre laboralmente activo, alegre y entusiasta. Sin embargo, la enfermedad le quitó mucho de eso. Afortunadamente para Mariano, Lass estaba allí y pudo devolverle la sonrisa en sus días más oscuros.
Una compañía con beneficios
Los perros son especiales y regularmente crean atmósferas llenas de alegría. Son un excelente antidepresivo y son unos compañeros ejemplares a la hora de leer nuestros estados de animo. Esta capacidad es increíblemente bien aprovechada en personas que necesitan de asistencia, además de que es un trabajo muy gratificante para los canes.
Mariano pasaba sus tardes en el sofá, sin muchas actividades compatibles con su enfermedad, pues ya ni siquiera podía salir a caminar sin desorientarse. Por fortuna Lass cambió todo eso. Ahora pasean juntos, con alegría y amor y sin mucho esfuerzo le regresa un poco de la independencia que le robó la enfermedad.
Aunque Lass no fue criada para ser un perro de servicio, un breve curso de adiestramiento, activó en ella una capacidad impresionante de ayuda. Ahora cada vez que sale con Mariano sabe cómo actuar si se desorienta y comprende lo que necesita. Sin que nadie se lo enseñara, lo guiaba por el camino correcto, tirando de su correa hasta que recuperara el rumbo.
Enfermedad progresiva
La situación se volvió cada vez más frecuente, pero ahí estaba ella para guiarlo entre calles parecidas y casas similares, siempre lo corregía y lo llevaba de regreso a su hogar.
Sin lugar a dudas Lass llegó para cambiar la vida de Mariano, ahora es su ayudante, y sobre todo su compañera. Desafortunadamente para esta dinámica pareja, los paseos son menos frecuentes, pues la enfermedad de Mariano ha avanzado mucho y los paseos ahora son un reto. Para Lass eso no es un problema pues sigue ayudándolo con amor y alegría.