Su mirada rogaba por otra oportunidad y hoy luce irreconocible.
La crueldad del ser humano no tiene límites y lamentablemente siempre es puesta a prueba en animales inocentes. Estos adorables seres no entienden de maldad y confían ciegamente en cualquier humano que se les acerque.
Desafortunadamente para este perrito, le tocó vivirlo en carne propia. Lo dejaron encadenado y sin alimento hasta que toco el borde de la muerte. Con su mirada pedía otra oportunidad y no quería seguir sufriendo.
Afortunadamente, alguien lo encontró y pasó de ser un saco de huesos a un perro saludable, feliz y juguetón.
Su rescatista documentó todo su proceso y compartió en su cuenta de Facebook la historia.
Cuando lo rescataron inmediatamente lo llevaron al veterinario y aunque era más huesos que vida, su mirada mostraba esperanza y estaban en lo correcto.
Después de una exhaustiva revisión, el tratamiento y el amor comenzó a llegar a este perrito. Demostrándole que el mundo no era tan cruel como él pensaba.
Comenzó a lucir mejor, estaba trabajando en el contacto humano y poco a poco recuperaba sus fuerzas.
Sus nuevos dueños lo trataban con amor y pronto el cachorro entendió que nadie le volvería a hacer daño, volvió su sonrisa y los juegos, hizo algunos amigos y ahora le daba amor a quien se le acercara.
La recuperación del perrito fue tan grande y tan hermosa que todo el maltrato y todas esas imágenes horribles quedaron en su pasado y ojalá en el olvido.
De acuerdo con las redes sociales, el perrito fue bautizado como Curry y ahora vive una vida plena y llena de amor.