El ave no tiene ni idea, pero la creación de su nido es simplemente maravillosa y colorida.
Desde principios de octubre, el personal del Australian War Memorial ubicado en Canberra ha notado un extraño incidente. Las amapolas que se encontraban en la tumba de un soldado sin identificar, han ido desapareciendo por una simpática y si lo pensamos bien, enternecedora situación.
Resulta que la culpable de esto era una paloma. El pájaro ha estado recogiendo las flores de la tumba para construir un nido impresionante, hermoso y colorido junto a un vitral en el monumento a los caídos.
El memorial de guerra le dijo a Sydney Morning Herald, que la vidriera elegida accidentalmente por el pájaro, conmemora al soldado herido, y que además simboliza la calidad de la ‘’resistencia’’, y que las amapolas eran un ‘’recordatorio’’ del poderoso vínculo entre el hombre y bestia en el campo de batalla.
Actualmente, las palomas son vistas como aves desagradables, sin embargo, a lo largo de la historia, han sido aliadas útiles durante la batalla.
“Particularmente en las primeras guerras, la comunicación era realmente difícil. La tecnología inalámbrica estaba en su infancia absoluta en la Primera Guerra Mundial y los cables telefónicos se rompían en los incendios en el Frente Occidental. Entonces, las palomas eran particularmente útiles en la guerra, sobre todo cuando tienes un par de hombres tratando de recibir un mensaje; una paloma puede cruzar el campo de batalla sin problema cuando nada más puede hacerlo “, dijo el historiador Dr. Meleah Hampton.
Durante la Segunda Guerra Mundial, 32 palomas recibieron la Medalla Dickin PDSA, que se otorga a cualquier animal que muestre galantería y devoción al deber.
Una de las instancias más memorables de una paloma de guardia, fue la llamada ‘White Vision’ que recibió la medalla por “entregar un mensaje en condiciones excepcionalmente difíciles y contribuir así al rescate de una tripulación mientras servía con la RAF en octubre de 1943”.
Una paloma con una historia curiosa y llena de enseñanza.