Es la primera vez que un caso así queda documentado.
Mientras se realizaba una investigación acerca de los delfines nariz de botella, en la Polinesia Francesa, los investigadores se percataron de un comportamiento extraño en el grupo.
Además, notaron que uno de los integrantes de la manada no era exactamente un delfín nariz de botella.
Al acercarse y observarlos detenidamente, pudieron ver que una de las madres cuidaba a un macho diferente a su cría. Después de analizar al animal, identificaron a la cría como una delfín cabeza de melón, perteneciente a un género y especie diferentes.
El estudio fue publicado en la revista científica National Geographic, mostrando los resultados de este increíble hallazgo.
Los investigadores aseguraron que se encontraban muy emocionados de haber podido presenciar un fenómeno tan raro.
Asimismo, descubrieron que existió una “persistencia del adoptado en iniciar y mantener una asociación” con la delfín lo que podría haber jugado un papel importante en el éxito final de la adopción.
La pequeña ballena permaneció durante tres años con su madre sustituta.
Este insólito caso demuestra la naturaleza pura y bondadosa de los animales.