Una dulce terapia para caparazones lastimados
El Centro de Curación de Tortugas Marinas en el Zoológico de Brevard, es una de las 10 instalaciones de este tipo en la Florida que lucha por cuidar a las tortugas marinas en peligro de extinción.
Con la ayuda de voluntarios y asociaciones para preservar a la especie, realizan diversas labores para curar a tortugas marinas de todo Estados Unidos y devolverlas a la naturaleza una vez que se han recuperado.
Recientemente se dio a conocer que estos maravillosos ejemplares están recibiendo una dulce terapia para curar las heridas en sus caparazones.
Las tortugas marinas que llegan al Zoológico de Brevard, normalmente ingresan con los caparazones heridos por accidentes con las hélices de botes motorizados, ataque de depredadores y otros tipos de interacciones desafortunadas cerca de entornos humanos.
“Untamos miel en nuestras tortugas, en lesiones de caparazón y cosas así y la dejamos actuar como lo haríamos con un medicamento o una crema”, comentó Melanie Stadler, Coordinadora del programa de Tortugas Marinas.
¿Y por qué usar miel?
Melanie Stadler comenta que la dulce y pegajosa ‘medicina’ se cosecha en las propias colmenas del zoológico y ayuda a acelerar la curación, lo cual hace que las tortugas estén bastante felices, y por supuesto muy agradecidas con las abejas.
Como sabemos la miel tiene poderosas propiedades antibacteriales que reducen el riesgo de desarrollar infecciones. Su alta viscosidad también actúa como una barrera protectora que también permite que las heridas se mantengan húmedas.
La mayoría de las variedades de miel que existen, contienen enzimas que producen peróxido de hidrógeno, el cual ha sido utilizado para destruir superbacterias como el MRSA y para tratar infecciones en las vías urinarias.
¿Manuka?
A pesar de que no contiene peróxido de hidrógeno, la miel de Manuka posee componenetes antibacteriales, lo cual ha sugerido que tan sólo el bajo nivel de PH y el alto contenido en azúcares de la miel, podría ser suficiente para inhibir el crecimiento microbiano.
La miel de Manuka se obtiene del néctar de los árboles del mismo nombre y tiene un componente adicional a la potente actividad antimicrobiana de otras mieles de abeja. Esta actividad inusual fue descubierta por el profesor Peter Molan en 1980, en Nueva Zelanda, cuando se dio cuenta de que la acción de la miel de Manuka se mantuvo incluso después de que se extrajera el peróxido de hidrógeno.
La potente miel de Manuka se usa con frecuencia para tratar heridas y quemaduras ya que combate las infecciones al mismo tiempo que promueve la sanación; y a diferencia de los antibióticos, la miel no promueve el crecimiento de bacterias resistentes a los fármacos.
Así que sí, al igual que con estas tortugas marinas, la miel podría ayudar a curar tus cortadas y raspones, sólo no caigas en la tentación de querer lamerlas.
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