Si le quitamos todo el glamour a las princesas de los cuentos, sin duda terminarían pareciéndose a cualquiera de nosotros.
Desde su primera asociación con Pixar, en 1995, las princesas de Disney han experimentado una intensa transformación y se han vuelto más realistas, pero debemos admitir que la gran mayoría aún conserva rasgos de princesa que ya no tienen sentido en estos días. A pesar de ser una gran admiradora del estudio, la fotógrafa y diseñadora gráfica Andhika Muksin decidió crear nuevas versiones de princesas de Disney, esta vez menos ‘princesas y perfectas’, ya que la corriente principal a menudo nos adoctrina.
Si las mujeres no se despiertan con maquillaje, con el cabello perfectamente peinado, ¿por qué debería despertarse una princesa de esa forma? Estas nuevas versiones deconstruyen el patrón de mujer perfecta que se muestra en el cine y la televisión. Y este es un favor que artistas como ella nos hacen.
En su versión, Blancanieves muestra el dedo medio a la bruja maliciosa; Cenicienta pierde su cabello, no su zapatilla; y Bella arruina todo su maquillaje bajo la lluvia. Cosas que, seamos sinceros, es mucho más probable que sucedan que lo que sucede en las versiones originales.
Los verdaderos cuentos de hadas
Todas las películas de Disney fueron adaptaciones centenarias de cuentos de hadas. Walt Disney fue uno de los genios más grandes de la humanidad y recibió un golpe maestro al ‘infantilizar’ estas historias, creando el universo mágico de Disney. Pero, ¿alguna vez te has detenido a investigar los cuentos originales, hechos para adultos?
En la versión original de Caperucita Roja, el lobo mata pero no devora a la abuela. Cuando Caperucita llega a casa, el lobo disfrazado ofrece la carne de su abuela para que la niña coma. No solo come toda la carne, sino que también toma un vaso de vino.
En La sirenita de Hans Christian Andersen, la sirena hace un trato con un mago marino que ofrece condiciones extrañas. En lugar de perder la voz, Ariel se corta la lengua, el príncipe se casa con otra mujer, y al final Ariel se arroja al mar y se convierte en espuma.
Sin duda no son tan perfectas como las imaginábamos ¿cierto?
A continuación te dejamos más princesas en su forma más natural: