Convirtió las calles en su galería y la gente está simplemente maravillada.
Casas abandonadas, muros levemente destruidos, calles grises y tristes. Estos son los lugares elegidos por el artista español Julio Anaya Cabanding, quien decidió extender su arte.
Determinado para recrear pinturas famosas que regularmente uno encontraría en los museos, este artista reinventa el estilo de icónicos pintores con detalle increíble, molduras ornamentales y sombras inteligentes para llevarlo al museo más visitado por la gente: las calles.
El arte que él propone no es mera copia de artistas consagrados, presentes en museos del mundo entero. Más que la cuestión plástica y estética, el artista quiere deconstruir el arte y hacernos pensar sobre ello. Un Monet en las paredes del Louvre es una cosa, pero en un muro roto, posee otra personalidad y produce un efecto diferente en nosotros. El arte no es sólo belleza, es sobre todo lucidez y reflexión.
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