¿La excusa científica que estábamos buscando?
De acuerdo con esta investigación, dormir unas horas más en el fin de semana podría ayudar a aliviar los problemas de salud asociados con no obtener las horas de sueño suficientes durante la semana, e incluso reducir el riesgo de una muerte prematura.
El estudio de más de 38,000 adultos mostró una tasa de mortalidad más alta entre los adultos jóvenes y de mediana edad que dormían menos de cinco horas por noche; sin embargo cuando se trataba de aquellos que alcanzaban a compensar la falta de sueño durante el fin de semana, la diferencia en la tasa de mortalidad desapareció.
Esto está muy lejos de demostrar que el sueño extra de fin de semana puede contrarrestar el golpe que recibe nuestro cuerpo al no dormir lo suficiente, pero uno de los miembros del equipo, Torbjörn Åkerstedt de la Universidad de Estocolmo en Suecia, dice que la investigación publicada en el Journal of Sleep Research, abre algunas posibilidades interesantes.
“La suposición en esto es que el sueño de fin de semana es un sueño de recuperación”, le dijo Åkerstedt a Nicola Davis en The Guardian, aunque por ahora esa es solo una hipótesis de trabajo.
Si bien hemos visto muchos estudios que analizan la relación entre el sueño y nuestra salud, a menudo estos no toman en cuenta el diferente equilibrio que existe entre el sueño entre semana y fin de semana, que es donde querían enfocarse los investigadores detrás del nuevo estudio.
Los datos del estudio
Se utilizaron datos autoinformados sobre un total de 38,015 personas, y los participantes enlistaron el sueño que obtuvieron durante los días laborales y los días libres, que en aras de la simplicidad para el análisis se mencionaron como “días de la semana” y “fines de semana”.
El equipo también usó modelos estadísticos para descartar influencias tales como el género, índice de masa corporal, actividad física, consumo de alcohol y si alguien era fumador o no.
El estudio reveló que los participantes de “sueño breve” de menos de 65 años; es decir, los que dormían menos de cinco horas por noche durante la semana y los fines de semana, tenían una tasa de mortalidad 65% más alta que el grupo de referencia que recibía seis o siete horas por noche.
Esto se basa en seguir los registros de defunciones en el transcurso de 13 años, aunque es importante tener en cuenta que el comportamiento del sueño sólo se midió una vez al comienzo de ese período.
Sin embargo, “la tasa de mortalidad de las personas con sueño breve durante los días de la semana, pero con un sueño medio o largo los fines de semana, no difirió de la tasa del grupo de referencia”, informaron los investigadores.
El mismo cambio en las tasas de mortalidad desapareció también en las personas mayores de 65 años, tal vez porque tienen más oportunidad de dormir lo que necesitan, dicen los investigadores. En ese grupo de edad más avanzada, no se mostró ningún vínculo entre la duración del sueño y la mortalidad.
Aquí hay otro hallazgo interesante: los que durmieron más de nueve horas por noche también tuvieron una tasa de mortalidad más alta que el grupo de referencia. Eso es posiblemente porque pasar más tiempo en la cama se relaciona con otros problemas de salud subyacentes, señalaron los autores del estudio.
Con una muestra de tamaño razonable y una marcada diferencia en las tasas de mortalidad temprana para aquellos que no alcanzan su sueño los fines de semana, vale la pena tomar en cuenta a la investigación.
Otros expertos han dicho que el estudio es útil, pero que se necesita más investigación antes de poder saber completamente cómo el sueño de fin de semana puede compensar el déficit de un día de la semana.
Michael Grandner de la Universidad de Arizona, que no participó en este estudio en particular, advirtió que no se debe confiar en el fin de semana para recuperar el déficit de sueño. Le dijo a Ben Guarino en The Washington Post que podría ser más como comer una ensalada después de varias hamburguesas, definitivamente más saludable, pero no capaz de revertir todos los efectos negativos.
Aunque en un futuro los resultados de la Universidad de Estocolmo puedan ser respaldados por más investigaciones, la idea de adquirir un nuevo hábito saludable de fin de semana no suena nada mal, ¿cierto?
Como siempre, el mejor consejo es tratar de seguir la recomendación de los expertos de dormir entre siete y nueve horas por noche; sin embargo, si no lo estás logrando mientras trabajas, es posible que puedas utilizar tus días libres para recuperar el equilibrio de alguna manera.
¿Listo para desactivar las alarmas y compensar todo ese sueño perdido?
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