La férula fue desarrollada por médicos mexicanos.
Si alguna vez ha tenido un yeso en un brazo o una pierna, entonces sabrá cuán incómodos, torpes e inconvenientes pueden ser. Por eso fue creado el NovaCast, por la empresa mexicana Mediprint. Es un modelo impreso en 3D, hecho a medida para cada paciente según sea necesario, y que aborda muchas de las limitaciones de los moldes de yeso tradicionales.
Con reminiscencias del concepto Cortex de Jake Evill , el NovaCast adopta la forma de un marco de plástico abierto en lugar de una carcasa de yeso (fibra de vidrio) cerrada.
Esto le permite mantener los huesos rotos en su lugar, a la vez que deja que el apéndice lesionado “respire”. Además, a diferencia del estuche con yeso, su construcción de plástico no absorbe el sudor u otros fluidos. Como resultado, es menos probable que ocurran úlceras e infecciones de la piel, y la picazón se puede rascar más fácilmente.
También se dice que pesa una décima más que un molde de yeso, se puede quitar temporalmente, es invisible a los rayos X y se puede mojar mientras se baña. Aunque los hospitales que utilizan la tecnología requerirán una o más impresoras 3D, no es necesario un escáner 3D, sino que los usuarios simplemente ingresan una variedad de mediciones clave del brazo o la pierna del paciente.
Actualmente toma un promedio de tres horas y media para imprimir un solo NovaCast, aunque los desarrolladores esperan reducir esa cifra a una hora antes de lanzar el sistema comercialmente. En última instancia, la tecnología podría ahorrarle tiempo a los médicos, ya que podrían dejar la impresora para crear el modelo mientras prestaban atención a otros pacientes, en lugar de tener que construir un molde de yeso ellos mismos.
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