Dulce y deliciosa ciencia.
Azúcar, ese dulce increíblemente rico que algunos no podemos dejar y que ha sido la fascinación de los niños por años. Ahora es un punto clave para crear órganos.
Su capacidad para fundirse en una sustancia similar al vidrio permite a los artistas de confitería crear nuestras deliciosas dignas de museos, o ser servidas como un postre impreso en 3D.
De hecho, las mismas propiedades que hacen que el azúcar sea tan maravilloso para cocinar y diseñar también la hace ideal para la ciencia.
La Universidad de Illinois anunció, en un artículo publicado el miércoles, que el doctor Mathew Gelber y Rohit Bhargava, profesor de bioingeniería y director del Cancer Center en Illinois, crearon un nuevo tipo de impresora 3D capaz de imprimir estructuras biológicas detalladas a partir de la azúcar.
Sí, hay otras impresoras 3D capaces de trabajar con azúcar. Sin embargo, a diferencia de las impresoras comerciales típicas, Bhargava usa isomalt, un sustituto del azúcar derivado de la remolacha y se encuentra comúnmente en las pastillas para la garganta.
Una vez fundidas e impresas, las estructuras de azúcar se enfrían y se solidifican, creando un andamio resistente que hace que las estructuras sean particularmente útiles en la fabricación de dispositivos y en campos relacionados con la salud, como la ingeniería biomédica y la investigación del cáncer.
”Esta es una gran manera de crear formas alrededor de las cuales podemos moldear materiales blandos o cultivar células y tejidos, y luego el andamio se disuelve”, dijo Bhargava a TechXplore. ” Por ejemplo, una posible aplicación es cultivar tejido o estudiar tumores en el laboratorio. Los cultivos celulares generalmente se hacen en platos planos. Eso nos da algunas características de las células, pero no es una manera muy dinámica de ver cómo funciona realmente un sistema en el cuerpo”.
La impresión de azúcar puede ser complicada cuando se intenta imprimir andamios para el crecimiento de tejido cardíaco.
Demasiada presión y el resultado podría no tener forma, demasiado calor y se cristaliza o quema. Afortunadamente, isomalt es menos propenso a la cristalización que el azúcar típico y resiste la decoloración cuando se derrite.
Además el equipo también tuvo cuidado de diseñar su impresora de forma libre utilizando configuraciones muy específicas.
Al controlar con precisión la velocidad, la temperatura y la presión, la impresora puede producir cintas y tubos isomalt complejos que se asemejan a estructuras orgánicas sin quemar el azúcar ni crear estructuras demasiado frágiles.
Luego de cultivar tejido alrededor de un andamio de azúcar impreso, como sugiere Bhargava, el azúcar simplemente se disuelve, dejando atrás una estructura orgánica sustentable.
Al disolverse el azúcar, deja una serie de túneles y tubos interconectados que pueden usarse como vasos sanguíneos para transportar nutrientes o crear canales en ciertos dispositivos médicos.
Aunque todavía puede pasar un tiempo antes de que los andamios de azúcar se utilicen para imprimir órganos humanos en 3D o en dispositivos médicos basados en hidrogeles, la tecnología es prometedora y marca otra dulce victoria para el futuro de la medicina.
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