El hallazgo fue gracias a los extraños hábitos alimenticios de su padre.
Una científica turca ha encontrado una manera de convertir los huesos de las aceitunas de oliva en un plástico biodegradable gracias a los hábitos alimenticios peculiares de su padre.
Duygu Yilmaz comenzó su innovador trabajo científico después de que ella notara el peculiar hábito de su padre de comer huesos de oliva para calmar su estómago. A Yilmaz le preocupaba que las fosas dañaran su salud estomacal, así que decidió investigar un poco.
Sin embargo, en lugar de encontrar algo peligroso, descubrió algunas similitudes sorprendentes entre la composición química de los huesos de olivo y el plástico.
Si bien los plásticos típicos tardan 450 años en descomponerse, el plástico a base de oliva creado por Biolive se descompone en tan solo un año.
Además de los emocionantes beneficios ambientales del trabajo de Yilmaz, también tiene un impacto social significativo en las mujeres jóvenes de Turquía. A nivel mundial, las mujeres representan aproximadamente el 63% de la fuerza laboral, pero en Turquía, ese número es de apenas el 34%. El éxito de Yilmaz demuestra la importancia de las empresarias y el innegable beneficio de la diversificación en campos impulsados por ideas únicas e innovadoras.
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