Este combustible es capaz de almacenar energía solar hasta por 18 años

Este líquido puede almacenar la energía del Sol y liberarla en forma de calor.

Uno de los mayores obstáculos para la implementación de energías renovables es el almacenamiento de energía. ¿Dónde se almacena la energía cuando el Sol no brilla, el viento no sopla, etc.?

Un equipo de investigación sueco cree que el avance que necesitaban las energías renovables era un combustible solar térmico que puede almacenar la energía del Sol hasta por 18 años.

Los hidrocarburos, en parte, se convirtieron en la fuente de energía dominante del mundo porque son relativamente baratos de extraer, se pueden almacenar por largos períodos de tiempo y se pueden utilizar de inmediato. Estos factores lo convierten en una gran fuente de energía. A medida que las baterías continúan desarrollándose en su capacidad para almacenar energía y durante largos períodos de tiempo, han comenzado a suplantar a los hidrocarburos, es decir, los vehículos eléctricos.

Como alternativa a las baterías, el fluido térmico solar especializado puede mantener la energía del Sol durante largos períodos de tiempo y expulsar esa energía a demanda. A diferencia de las baterías, que descargan electricidad, el combustible térmico solar emite calor cuando se activa a través de un catalizador. Esto significa que el fluido sería ideal para calentar hogares residenciales y comerciales.

El combustible está compuesto por moléculas de carbono, hidrógeno y nitrógeno. Las moléculas se pueden ver en la figura a continuación, y la fuente de combustible original son las moléculas de norbornadieno. Cuando estas moléculas son alcanzadas por la luz solar, algunos de los enlaces entre los átomos se reordenan para formar un cuadriciclano.

Una molécula que atrapa energía.

Esta conversión química en una estructura molecular diferente llamada isómero atrapa energía dentro de la molécula. La versión energizada de la molécula es estable, con fuertes enlaces químicos. Esto es clave porque la molécula estable puede permanecer durante casi dos décadas sin perder la energía almacenada.

Para liberar la energía, la molécula se puede pasar a través de un catalizador, que reorganiza los enlaces químicos de vuelta al norbornadieno y con él libera bastante calor.

El equipo descubrió que el proceso catalítico calienta el combustible en 63 grados centígrados (113 grados Fahrenheit). Esto significa que si la temperatura ambiente en la habitación es de alrededor de 70 grados Fahrenheit, el fluido se calentaría hasta 183 grados. El fluido caliente podría usarse para calentar hogares, edificios comerciales, etc.

Con pruebas y optimizaciones adicionales, el equipo cree que pueden producir una molécula que puede calentar el combustible a más de 80 grados C°. El combustible podría luego ser considerado para la generación de electricidad.

Si bien hay mucho trabajo adicional por hacer, el equipo de investigación cree que la tecnología podría estar disponible comercialmente en una década. Esto se debe en parte al mayor interés de los inversionistas en la tecnología.

El desarrollo y la comercialización de este combustible térmico podrían ser otro componente clave en la migración a fuentes de energía renovables. El combustible térmico no requiere entrada externa más allá del Sol y funciona en un sistema de circuito cerrado. A medida que continuamos desarrollando tecnologías novedosas y avanzando tecnologías existentes, la transición a recursos renovables no solo se vuelve más fácil sino que se vuelve económicamente favorable.

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