Aunque no es posible controlar las emociones. Sí puedes controlar tu reacción hacia ellas y de paso evitar muchos padecimientos físicos.
La vida moderna está llena de desafíos emocionales constantes. La presión para tener éxito, la necesidad de ”mantener el ritmo”, el miedo de perderse y el deseo de buenas relaciones además de la satisfacción en el trabajo pueden evocar combinaciones volátiles de emociones.
Sin embargo, lo que aprendemos en nuestra sociedad no es cómo trabajar con ellas, sino cómo bloquearlas y evitarlas. Algo que la mayoría de nosotros hace bastante bien; con ayuda del alcohol, medicamentos recetados y mucho tiempo frente a una pantalla, hay un sin fin de formas de evitar nuestros sentimientos.
A pesar de que es fácil y está al alcance de todos. Frustrar las emociones no es bueno para la salud mental o física. Es como presionar el acelerador y los frenos de tu auto al mismo tiempo, creando una olla a presión interna.
Ansiedad y depresión
Las emociones tienen energía que empuja a la expresión, y para apretar o contenernos, nuestras mentes y cuerpos usan tácticas creativas; incluida la constricción muscular y la contención de la respiración. Síntomas como la ansiedad y la depresión, que están en aumento, pueden deberse a la forma en que manejamos estas emociones subyacentes, automáticas y de supervivencia; que son fuerzas biológicas que no deben ignorarse. Cuando la mente frustra el flujo porque son demasiado abrumadoras o demasiado conflictivas, ejerce presión sobre la mente y el cuerpo, creando angustia y síntomas psicológicos. El estrés emocional, como el de las emociones bloqueadas, no sólo se ha relacionado con enfermedades mentales, sino también con problemas físicos; como enfermedades cardíacas, problemas intestinales, dolores de cabeza, insomnio y trastornos auto-inmunes.
¿Qué hacer al respecto?
El papel que desempeñan las emociones en la creación de sufrimiento físico y la curación se está convirtiendo en un enfoque más popular en la psicoterapia. Sin embargo, el campo de crecimiento aún no forma parte de los estándares de cuidado convencionales.
Simplemente enseñar a las personas que las emociones no están bajo control consciente ayuda tremendamente. La biología básica y la anatomía explican que no podemos evitar que se desencadenen; ya que se originan en la sección media de nuestro cerebro que no está bajo un control consciente.
Sin embargo, cuando las personas reciben educación sobre sus emociones y su habilidad para trabajar con ellas, pueden comenzar a sentirse mejor. Muchas veces los padecimientos como los dolores de estómago por nervios o estrés pueden mejorar si nos permitimos sentir tristeza o enojo; las emociones son naturales y estamos diseñados para sentirlas.
Así que abraza todo eso que sientes y deja que se manifiesten; además de paso evita muchos dolores físicos y estrés.
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