Porque el cuidado del planeta no tiene que ser aburrido.
Las autoridades chinas se han enfocado durante los últimos años en materia energética: de ser uno de los países más contaminantes del planeta, con centenares de plantas energéticas de carbón repartidas por el país, a liderar la revolución verde para proteger al mundo.
No es ningún secreto que China ha utilizado al panda como una forma de extender sus intereses geopolíticos y económicos por el mundo. La diplomacia del panda se articula de diversos modos: desde el préstamo de osos a zoológicos de todo el mundo, hasta plantas de energía solar dibujadas con forma de panda.
Esta planta de energía solar se encuentra en Datong, al oeste de Pekín. Aunque la imagen de más arriba es un montaje, lo cual llevó a algunos medios a dudar de la veracidad de la información, el proyecto es real. En la página web Snopes han logrado obtener una fotografía aérea que, aunque luce mucho menos espectacular, muestra cómo la planta solar sí tiene forma de panda.
Según las autoridades locales, el diseño de la planta tiene como objetivo interesar a los niños en las energías del futuro y en cómo podemos generar electricidad sin afectar al planeta entre tanto. El complejo tiene una potencia instalada de 50MW.
Como era de esperar, el boceto realizado por uno de los diseñadores contratados por la compañía y el resultado final difieren bastante. Gran parte de la responsabilidad recae en las delicadas placas fotovoltaicas utilizadas en todas las plantas del mundo: deben ser oscuras para captar mejor la luz del sol, lo cual limita su capacidad artística.
China ya acapara el 25% de la producción de electricidad mundial vía placas fotovoltaicas, y duplicó su potencia instalada entre 2015 y 2016. También cuentan con las dos de las plantas solares más grandes del mundo.
China poniendo el ejemplo para las demás naciones para innovar en temas ecológicos.