Los hallazgos van desde vasijas hasta cráneos con más de 10 mil años de antigüedad
“Conocemos mejor la superficie de Marte que el fondo de los océanos”, una frase de Ricardo Sahade que resume lo inmenso y desconocido que es nuestro planeta. México no es la excepción; con un gran territorio y una basta biodiversidad, aún hay sorpresas por descubrir. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), descubrió recientemente una cueva con vestigios arqueológicos de diferentes especies aún no identificadas.
Bajo el proyecto Gran Acuífero Maya, la institución se dio a la tarea de investigar la cueva inundada en el estado de Quintana Roo.
Esta singular cueva alcanza los 100 metros de profundidad, y cerca de 850 metros de largo. Con un panorama único, atrapado en la historia.
Los hallazgos de la cueva
Los últimos descubrimientos fueron un centenar de huesos largos que aún no ha sido identificada su especie; y dos cráneos de osos de la edad de hielo (Arctotherium angustidens).
En la región también se han encontrado dos cráneos; con aproximadamente 10 y 13 mil años de antigüedad. Además de diferentes utensilios mayas y un altar en excelente estado de conservación.
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