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Diez citas para revivir a Eusebio Ruvalcaba

Nation - Diez citas para revivir a Eusebio Ruvalcaba

Recordamos al recién fallecido escritor con una colección de citas y aforismos

El pasado siete de febrero falleció Eusebio Ruvalcaba, uno de los escritores mexicanos más queridos de su generación. Aunque es conocido por algunos como el Bukowski mexicano, la realidad es que la obra de Eusebio, a pesar de ciertos intereses compartidos, desarrolló una voz y una sensibilidad única. Sus obsesiones reiteradas: la música, la literatura, las mujeres y el alcohol. Es decir, el hombre aprendió a fondo el arte del bienvivir. Se hizo vulnerable al mundo, y el mundo se lo pagó con belleza y con dolor. 

Nation - Diez citas para revivir a Eusebio Ruvalcaba
Crédito: Edgar Dúran



Hijo de la pianista Carmen Castillo y del violinista Higinio Ruvalcaba, Eusebio destacó como narrador (con libros como Un hilito de sangre, Músico de cortesanas, y Desde la tersa noche), como poeta (Homenaje a la mentira, En la dulce lejanía del cuerpo, y Poemas de un oficinista) y como ensayista (Diccionario inofensivo y Una cerveza de nombre derrota). Además, fue una presencia constante en medios nacionales de prestigio como El Financiero y revistas musicales como La Mosca.Nation - Diez citas para revivir a Eusebio Ruvalcaba


Para honrar su memoria, rescatamos algunas frases y aforismos que aparecieron en Una cerveza de nombre derrota.

-El deseo es ímpetu de transformación.

-Un trago de ron te permite la convivencia con la belleza.

-La misantropía es la musa del poeta.



-Le pregunté a mi mujer: ¿Y si ahorita entrara Beethoven, te acostarías con él? Depende de cómo me lo pidiera, me respondió.

-El espíritu conoce cuando menos cuatro caminos para su desarrollo: la religión, la guerrilla, la filosofía (el conocimiento de uno mismo) y el arte.

-Toda mujer es proclive a la música. La que no toca el piano toca el violonchelo, o, en su defecto, el espejo.



-Las monjas no tienen espejo en su celda. No habría monjas.

-Estoy tan lleno de soledad que no quepo más en mí mismo.