Este movimiento está ayudando a poner en marcha una revolución con un fin sustentable.
En los EE. UU., reciclar unas pocas docenas de plástico te dará unos cuantos dólares. En Haití, reciclar botellas de plástico podría ayudarte a alimentar a tu familia o enviar a tu hijo a la escuela.
Este país esta combatiendo la pobreza por medio del reciclaje y además está creando una revolución en torno a la sustentabilidad.
Esta revolución particular comenzó cuando una empresa llamada Plastic Bank comenzó a probar un nuevo modelo de comercio social en Haití en 2015, según Forbes.
La premisa es simple. Se incentiva a los locales a recolectar desechos plásticos a cambio de ingresos y otros beneficios como el aceite de cocina, el combustible para calefacción, la matrícula escolar y más.
Después de llevar el plástico a un centro de reciclaje que es administrado por un empresario local y atendido por empleados locales, las personas reciben pagos en una aplicación móvil de Blockchain que luego pueden usar para los bienes. Este método se usa porque es más seguro y puede ser mejor monitoreado por Plastic Bank para asegurar pagos precisos, de acuerdo con la compañía.
Los centros de reciclaje luego convierten los residuos plásticos en pellets que se venden a marcas multinacionales que reutilizan los pellets en productos. En los últimos años, la creciente demanda de pellets de plástico de este tipo ha ampliado enormemente el potencial del mercado para los recicladores.
Algunas empresas, como Dell , participan directamente en la limpieza de residuos plásticos y en la generación de pellets reutilizables. La compañía de computadoras tiene una máquina ubicada en Haití que podría recolectar 8,000 kilogramos de plástico este año de las playas, según el New Scientist.
La gente local que administra los centros de reciclaje de Plastic Bank puede ganar hasta $ 3,000 dólares al año después de pagar a los empleados y otros gastos, un impresionante aumento de ingresos en un país donde dos tercios de las personas viven con menos de $ 2 dólares al día, según la revista Borgen. Plastic Bank también enseña a empresarios sobre educación financiera y contabilidad.
Hasta la fecha, se han establecido más de 30 centros de reciclaje, según Forbes, y más de 3,500 personas están involucradas en la recolección de plástico, que ayuda a limpiar los entornos locales.
Haití, como muchos otros países del mundo, enfrenta una grave contaminación plástica. Esto se ve agravado por la falta de un sistema confiable de gestión de residuos, según la ONU, que recientemente otorgó al Plastic Bank un Premio a las Soluciones Climáticas .
En todo el país, el plástico a menudo se quema o se desecha en los cursos de agua, señala la ONU. La quema de plástico libera toxinas nocivas para los humanos. Mientras tanto, cuando el plástico ingresa a las vías fluviales, los problemas son numerosos: los animales marinos y las aves pueden ingerir y ser envenenados o dañados por el plástico; El plástico puede actuar como incubadoras de mosquitos que propagan enfermedades mortales; y puede filtrar las toxinas en fuentes de bebida.
Según la revista Borgen, alrededor del 75% de los haitianos no tienen acceso a agua potable limpia, y esto es en parte el resultado de suministros de agua contaminada. La falta de agua potable también ha exacerbado la actual crisis de cólera en el país, que surgió tras el terremoto de 2010.
La escala de la contaminación plástica en todo el mundo es asombrosa. Se estima que se produjeron 8.300 millones de toneladas métricas de plástico en todo el mundo entre 1950 y 2015, y el 75% de esto se desechó.
Alrededor de 8 millones de toneladas métricas de plástico ingresan a los océanos cada año, lo cual es como vaciar un camión de basura de plástico en un océano cada minuto. Si continúan las tendencias actuales, para el año 2050 habrá 12 mil millones de toneladas de residuos plásticos en el mundo, y el plástico marino superará a los peces.
Haití está ayudando a cambiar el paradigma del plástico, según el Plastic Bank, al mostrar que el plástico existente puede y debe ser reutilizado y que no es necesario crear nuevo plástico. Más allá de los riesgos mencionados anteriormente, la creación de nuevos plásticos también es un motor del cambio climático. Eso se debe a que el 4% de todo el aceite cultivado cada año se usa para fabricar plástico, dice la ONU, y una cantidad similar se usa para generar la energía necesaria para los productores de plástico.
El plástico reciclado ayuda a romper este modelo al alejar a las empresas y los consumidores del status quo de la producción de plástico sin fin. En última instancia, Plastic Bank pretende expandir su modelo a otros países que tienen sistemas de gestión de residuos inadecuados y altas tasas de contaminación plástica.
Si este modelo se generaliza, los problemas persistentes del plástico y la pobreza podrían eliminarse simultáneamente.
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