En lugar de grandes monumentos esta ciudad decidió regalar un patrimonio ecológico para las futuras generaciones
Montreal lanzó muchos proyectos conmemorativos para celebrar el cumpleaños 375 de la ciudad, pero definitivamente la decisión de plantar 375,000 árboles es una bocanada de aire fresco y una maravillosa forma de celebrar.
La iniciativa también es un enfoque novedoso para los proyectos conmemorativos, ya que reemplaza el uso de dinero público para construir pasillos e iluminar puentes por un ejemplo de patrimonio ecológico que las futuras generaciones podrían disfrutar.
Pero eso no es todo, el programa establecerá una estrategia innovadora para garantizar que esto realmente suceda y que los árboles sobrevivan y prosperen para las generaciones venideras, lo que podría terminar siendo el resultado más significativo de este proyecto ecológico.
La oportuna donación será suficiente para cubrir 208 hectáreas.
“Desde el principio, hemos tenido dos desafíos. El primero era el dinero para plantar los árboles, y el segundo era el espacio para plantarlos … Nos estábamos rompiendo la cabeza tratando de alcanzar el financiamiento “.
Ahora que la financiación es segura, el proyecto podrá centrarse en la cuestión más importante, que es planear dónde se colocarán todos los árboles; y eso no es tan sencillo como parece.
Montreal actualmente cuenta con 1,2 millones de árboles públicos y tanto la ciudad como la región metropolitana tienen una estrategia para aumentar el dosel arbóreo en el área de aproximadamente 20 a 25 por ciento para 2025.
Pero el esfuerzo se ha complicado un poco por la plaga del taladro de fresno esmeralda, que ha infectado a miles y requirió el corte de innumerables árboles para contener la propagación.
Para aumentar sus posibilidades de supervivencia, los 375,000 árboles serán plantando en grupos, en lugar de hacerlo en pozos de aceras solos. Se han comenzado a plantar en tierras públicas, en parques, alrededor de zonas agrícolas, en campus corporativos e incluso en los patios traseros de las personas. Aquellos que reciban árboles, ya sea un municipio o una empresa, tienen que comprometerse a dejarlos crecer sin perturbaciones durante 80 años.
Un comité de expertos recomendará qué tipos de árboles son los más adecuados para el entorno particular en el que se colocarán y medirá si hay suficiente biodiversidad para proteger el dosel, o las copas de árboles, de la amenaza de futuras plagas.
También habrá un seguimiento particular para monitorear la salud y la viabilidad de cada árbol plantado, ya sea en el patio trasero de un individuo o en el cinturón verde protegido que rodeará la metrópoli.
Esperemos que esta responsabilidad ayude a salvaguardar la inversión en este precioso regalo de cumpleaños para Montreal, y que con suerte pueda ser la base de un nuevo modelo para tratar de lograr la importante misión de volver verde a las ciudades, calle por calle, manzana por manzana, país por país.
¿Tú también crees que un legado viviente es el mejor regalo de todos?
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