Francia y México tienen una gran historia diplomática, sin embargo existe un poblado europeo que esconde un vínculo muy especial entre ambos países. Su nombre es Barcelonnete, un pintoresco pueblo cercano a los alpes franceses que tiene una historia muy mexicana.
joya mexicana EN los alpes
Sus primeros registros se remontan al año 1200; se dice que el tipo de clima orilló a los lugareños a comenzar en el negocio textil. Posteriormente tuvieron que emigar a Luisiana, donde comercializaban directamente sus productos.
Es en el año de 1821 cuando tres franceses llegan a México con el mismo objetivo.
Fue tanto el éxito de su negocio que más oriundos de Barcelonnete hicieron de México su segundo hogar.
Otro gran negocio fueron las tiendas departamentales tal y como las conocemos, brindando artículos únicos al mercado mexicano.
Con el regreso de los migrantes, Barcelonnette se vio muy favorecido por el comercio realizado en México, por ello es común encontrar rasgos muy mexicanos en este pintoresco pueblo de los alpes franceses.
Así es en la actualidad
Aunque su nombre significa “la pequeña Barcelona”, también se le conoce como “la capital de México en Francia”.
Desde 1987 cada verano los habitantes disfrutan de una celebración muy mexicana, donde mariachis, banderas y trajes típicos adornan este pintoresco poblado.
Pequeños detalles como la avenida llamada Porfirio Díaz, comida mexicana y hasta azulejos típicos del país, son algunos de los detalles que están por todas partes.
El turismo es uno de los factores que mantienen vivo a Barcelonnete; se estima que más de 300 mil personas lo visitan cada año, entre ella muchos mexicanos.
Dos pueblos que mantienen sus lazos por una tradición de casi 200 años.