¿Quién dijo que la religión y la música electrónica no pueden convivir?
El budismo es una doctrina religiosa y filosófica que se fundamenta en principios como que la vida es sufrimiento, que éste nace del deseo y la ignorancia, y que se puede superar con las prácticas adecuadas; por ejemplo, visión, pensamiento, meditación y quién diría, con un poco de música.
El techno es un género musical que se fundamenta en el uso de sintetizadores, un compás de 4/4, el consumo de anfetaminas y algunos de los peores pasos de baile que se ven en fiestas y festivales.
En principio, una y la otra no tienen relación ni tendrían por qué tenerla. Sin embargo, Gyōsen Asakura, quien se desempeñó primero como DJ y luego como sacerdote budista; eligió combinar ambos oficios y realizar un servicio funerario techno en el templo de Shō-onji. Al fin y al cabo, según sus propias palabras; “la gente solía recurrir a las tecnologías más avanzadas de su tiempo para ornamentar los templos con oro”.