El pterosaurio recientemente descubierto fue uno de los reptiles voladores más grandes de la historia.
Durante la era de los dinosaurios, los cielos de América del Norte fueron el hogar de algunos de los animales voladores más grandes que el mundo haya visto. Una nueva investigación ahora sugiere que al menos dos tipos de reptiles alados gigantes vivían en el continente al mismo tiempo.
Luego de analizar una mezcla de fósiles de pterosaurios encontrados en Alberta, Canadá, los paleontólogos han identificado una especie previamente desconocida dentro del grupo azhdarchid, también conocido como pterosaurio gigante.
La especie fue llamada Cryodrakon boreas o ‘’dragón frío de los vientos del norte’’, y en su día, hace aproximadamente 77 millones de años, las alas batientes de este reptil habrían proyectado una sombra ominosa. Con una envergadura de hasta 10 metros de ancho.
A pesar de que los restos de esta criatura se descubrieron por primera vez hace 30 años, los expertos asumieron que pertenecía a otra monstruosa especie de azhdarchid del período Cretácico, encontrada en Texas y llamada Quetzalcoatlus. Ese animal tenía una envergadura de hasta 10,5 metros.
‘’Este es un descubrimiento genial, sabíamos que este animal estaba aquí, pero ahora podemos demostrar que es diferente a otros azhdarchids y por eso recibe un nombre’’, dice David Hone de la Universidad Queen Mary de Londres.
De acuerdo con las investigaciones, se cree que el esqueleto reexaminado pertenece a un joven Cryodrakon, con una envergadura de solo cinco metros. Pero entre los otros fósiles encontrados en el Parque Provincial de Dinosaurios de Alberta había algunos huesos que probablemente provenían de Azhdarquidos más maduros.
Un hueso del cuello gigante, por ejemplo, indica una envergadura dos veces más larga que la juvenil, según los autores.
Actualmente, el registro fósil de pterosaurios es escaso y se han encontrado muy pocos restos de azhdarchid. Hasta ahora, se sabe que este misterioso grupo de reptiles voladores gigantes existió en casi todos los continentes.
Sus cabezas demasiado grandes, equilibradas en el extremos de un cuello extra largo, generalmente conducirían a un cuerpo similar al de una jirafa con patas larga y pies enormes, sin mencionar sus alas extendidas.
Aunque las características generales tienden a ser las mismas, hay diferencias claras. Al comparar Cryodrakon con todos los otros Azhdarquidos conocidos, los autores notaron un cuello más robusto y un agujero adicional único en las vértebras del pterosaurio canadiense.
Además, el húmero del reptil y el hueso largo de la parte superior de su brazo es claramente diferente al Quetzalcoatlus texano. Si bien ambos tenían un tamaño y constitución similares, con músculos y características de vuelo similares, parecía que en realidad no eran de la misma especie.
Los investigadores y autores del estudio estiman que los restos en Canadá se depositaron entre 76,7 y 74,3 millones de años atrás, lo que lo convierte en uno de los azhdarquidos más antiguos conocidos de América del Norte.