Ahora pueden mantenerse calientes en el invierno y cultivar alimentos durante todo el año.
Marie Granmar y Charles Sacilotto viven literalmente en una burbuja aislada del frío y la dureza de los elementos, mientras disfrutan de lo mejor que la naturaleza tiene para ofrecerles.
Su casa está construida dentro de un invernadero, lo cual les proporciona calor y comida gratis durante todo un año pero sobre todo en el invierno.
Ellos viven en Estocolmo, Suecia, y su invierno dura cerca de 9 meses por año, lo que es bastante tiempo. La temperatura media de Estocolmo es bajo cero. Pero si eres Marie y Charles tu patio seguro se sentirá cálido.
Por ejemplo, a finales de enero el ambiente puede estar a -2 °C pero dentro del invernadero puedes estar a 20 °C.
Una familia normal en Estocolmo enciende su calentador alrededor de mediados de septiembre y no lo apaga hasta mediados de mayo o menos, según Marie.
El invernadero les permite reducir la cantidad de meses que necesitan para calentar su hogar de 9 a 6 meses por año, y reduce la cantidad de energía que usan para hacerlo. Cualquier calor adicional que necesiten, que no sea proporcionado por el sol, es provisto por una estufa de leña.
Marie dice que es más o menos inmune a la tristeza invernal que muchos de sus amigos experimentan durante el clima frío. Llueva o nieve, puede sentarse en su balcón o en la terraza de su azotea y mirar las estrellas, o cualquier atisbo de sol que pueda ver.
¿Qué sucede con el clima cálido?
Durante las partes más cálidas del verano, su techo de vidrio se abre automáticamente cuando alcanza una cierta temperatura, para que no haga demasiado calor.
“Puede calentarse unos días en el verano”, dice ella, “pero eso no es realmente un problema porque abrimos las ventanas y disfrutamos del calor. ¡Nos gusta el sol!
El lugar de reunión favorito de la familia es la terraza de la azotea. Como construyeron un techo de vidrio, ya no necesitaban un techo, por lo que lo quitaron para crear un gran espacio para tomar el sol, leer, cultivar un huerto o jugar con su hijo en columpios y bicicletas.
Además de mantener sus cuerpos más calientes, el invernadero también mantiene sus plantas más calientes.
El invernadero tiene casi el doble de tamaño que la de la casa, dejando mucho espacio para un jardín envolvente. Y como han creado un clima mediterráneo para ellos, la pareja cultiva productos que normalmente no se cultivan en Suecia, como higos, uvas, tomates, pepinos y hierbas. Fuera del cristal tienen cerezos y manzanos.
Además del calor libre, la pareja también ha instalado un sistema de recolección de agua de lluvia para obtener agua gratis, y un sistema de inodoro de compostaje que proporciona fertilizantes gratuitos para sus plantas. Además, las plantas que prosperan en su hogar devuelven el favor al limpiar el aire y proporcionar más oxígeno.
Para el futuro, la pareja está trabajando en el diseño de un sistema para capturar el exceso de energía solar durante el verano y almacenarla para el invierno.
“Si quieres ser autosuficiente y no depender de sistemas más grandes, puedes tener esto y vivir donde quieras”, dijo Marie.
“Todo es una filosofía de vida, usar la naturaleza, el sol y el agua para vivir en otro mundo”, dijo Charles.
Charles y Marie no fueron los primeros en construir una casa dentro de un invernadero. Su idea fue inspirada por el arquitecto sueco Bengt Warne,quien construyó la primera ” Naturhus ” (Casa de la Naturaleza) en Estocolmo en 1974:
Desde entonces, un puñado se han construido en Suecia y Alemania.